. Cualquier ciudadano que tome en un carro esa ruta en las horas nocturnas tiene el riego de caer a un abismo o chocar con un barranco o con otro vehículo
La importante carretera que comunica la Autopista del Café con el municipio de Salento, desde el sector conocido como Arrayanal y hasta las propias goteras del pueblo, es una vía a ciegas. Después de las 6:30 p.m. se hace casi imposible transitarla, porque carece de líneas amarillas y blancas y delimiten la ruta de los carros, carece totalmente de tachas reflexivas, y no tiene cunetas.
Esta carretera se refaccionó en el gobierno anterior, y la carretera se dio al servicio con la nueva capa asfáltica, pero el contratista no entregó la señalización de piso, líneas blancas y amarillas, ni tachas reflexivas. Cualquier ciudadano que tome en un carro esa ruta en las horas nocturnas tiene el riego de caer a un abismo o chocar con un barranco o con otro vehículo, porque su ruta es a ciegas. Y, qué decir de ciclistas y motociclistas.
La vía empezó, también, a mostrar signos de deterioro, por la falta de las cunetas o bermas, y las aguas de escorrentía ya están arrancando parte del asfalta que fue puesto hace poco más de un año.
EL QUINDIANO consultó al secretario de Infraestructura del departamento del Quindío, ingeniero Rubén Darío Castillo, que explicó que el responsable de terminar esa vía es el contratista y el interventor de la misma es INVIAS. Sin embargo, dijo Castillo, el gobierno departamental viene trabajando para lograr un acuerdo que permita la correcta señalización. Entrevista completa con el secretario de Infraestructura en el siguiente audio. Escuchar audio…