«No vemos el mundo como es, sino que vemos el mundo como somos».

Immanuel Kant

Está muy de moda promover entre los deportistas especialmente, pero también en diferentes entornos, frases como “solo imagínalo y con eso lo conseguirás” y “todo es cuestión de actitud”. Mentiras, eso no es suficiente, eso ayuda y mucho, pero el entrenamiento mental y emocional tiene que ver con aspectos muy distintos al solo deseo o aspiración.

Hay un gran auge de las técnicas de crecimiento personal, muy útiles y necesarias, por cierto. Pero se promueven desde la contemplación y no desde la acción. Sirven en muchos casos para engañar a incautos que piensan que la vida es acumular frases de líderes espirituales, recitarlas y ya está. No, tampoco es suficiente. Es necesario mucho trabajo, mucha disciplina, mucho aprendizaje, mucha transformación.

El crecimiento personal significa, entre otras muchas cosas, el cambio de hábitos y cambio en la forma de relacionarlos con el mundo. Cuando estas cosas cambian, cambia nuestro mundo, porque nos habremos convertido en otros, en lo que nos gustaría ser, el tipo de personas que queremos ser.

¿Se Puede conseguir cualquier cosa solo con la actitud? No. No todo el mundo puede ser el número uno. La actitud te hace ser mejor en lo que ya haces, mejora, pero no garantiza la meta.

Eso sí, inténtalo, disfruta el gusto de intentarlo. Hay que diferenciar la meta del camino. La consecución de la meta es pasajera y, escasa; el camino es permanente, el que vive solo para dar valor a la meta está estancado, el que está en el camino está en movimiento, danza con la energía del universo. La vida es intentar.

El mundo cambia cuando cambiamos de perspectiva, de punto de vista. Es decir, el mundo es una proyección de lo que somos. Intentemos ver el mundo de nuevas maneras, nuevos mundos aparecerán. Inténtalo, el proceso es el que da valor a tu vida.