Entre los graduados de la Institución Educativa Rufino José Cuervo de Armenia se destacaron dos personas que en sus ojos deslumbrados se podía ver el encanto de la vida.
Ellos eran Orlando y Sandra, dos personas que antes de coger un cuaderno y sentarse en un pupitre, deambulaban día y noche por las calles de Armenia.
Los recién graduados dejaron la calle y los vicios con ayuda de la inciativa a esta población que implementa la Secretaría de Desarrollo Social del municipio. Además de Orlando y Sandrá, otros 20 exhabitantes de calle aspiran a ser bachilleres.