. Foro de Conexión Centro de la dirigencia de Manizales y Pereira, le pone talanqueras a la obra de Odinsa en el Quindío
Este jueves se realizó en Manizales el Foro IP Conexión Centro, donde participaron miembros de los gobiernos de Caldas y Risaralda, 15 congresistas, diputados, concejales y empresarios de estos dos departamentos que proponen la supresión de tres peajes de Autopistas del Café, ubicados en Caldas y Risaralda, como retaliación a la decisión del gobierno nacional de financiar con dineros de los peajes, incluyendo los del Quindío, la doble calzada Calarcá-La Paila.
La clase dirigentes de los dos departamentos hablan del ‘muro’ que constituyen esos peajes para su futuro desarrollo, y le han pedido al gobierno suprimirlos. Los analistas y asistentes al foro han manifestado que se trata de una posición para que la financiación de la obra Calarcá-La Paila no tenga los dineros de los habitantes de Caldas y Risaralda. Y concuerdan que, en cambio, las obras de la Autopista del Café que une a Manizales con Pereira y la red de municipios que integra, fueron hechas también con dineros de los peajes del Quindío, sin que hubiera protestas en este departamento por este hecho.
La ANI, Agencia Nacional de Infraestructura, no ha definido aún los parámetros finales para la construcción de la doble calzada Calarcá-La Paila, una obra regional, pero también nacional, pues une la troncal de la Línea con el Valle del Cauca y el puerto de Buenaventura. Sin embargo, es claro que en las audiencias que se citaron, hace más de un año, para hablar de la Conexión Centro y la doble calzada en la zona del Quindío, no se aceptó ‘tumbar’ esta obra y, por el contrario, se convino hacerla a través del concesionario de Autopistas del Café, la empresa Odinsa, con dineros de los peajes en los tres departamentos, más el de Corozal, en el norte del Valle.
Por el Quindío asistieron los secretarios de Planeación y de Infraestructura, Luis Alberto Rincón Quintero y Rubén Darío Castillo, que no tuvieron oportunidad de intervenir. También estuvieron delgados de la Cámara de Comercio, que tampoco fueron invitados al micrófono. Solo presentaron al veedor Luis Alberto Ballén, de Circasia, un crítico absoluto del proyecto por los posibles efectos ambientales. No hubo ninguna representación política del Quindío, ni congresistas ni diputados, ni concejales, ni alcaldes, ni gobernador.
La conclusión de la reunión, aunque en ella participó la gerencia de la RAP Eje Cafetero, es que cada vez Caldas y Risaralda están más alejados del Quindío.