. El presidente invitó a mirar cómo la inteligencia artificial, sin regulación pública global, puede aumentar sustancialmente el hambre.
El presidente Gustavo Petro planteó hoy a los líderes de las principales economías del mundo en la edición número 19 de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G20 abrir una discusión global sobre algo “que nos va a afectar a todos en nuestros países y prevenir esa hecatombe social, tener una fórmula como la Renta Ciudadana Universal, que implica un cambio de las finanzas públicas mundiales”, y acabar con el hambre en el mundo.
El mandatario indicó que «se abren nuevas perspectivas, unas posibilidades para el mundo que necesita resolver problemas gravísimos, que pueden acabar incluso con la especie humana”.
Así lo manifiestó ante los periodistas colombianos tras culminar la plenaria donde le correspondió hablar en el turno 33 en sesión privada.
Allí, el presidente Petro invitó a los líderes globales “a mirar la inteligencia artificial y el hambre, y cómo la inteligencia artificial, sin regulación pública global, puede aumentar sustancialmente el hambre a partir del despido de centenares de millones de trabajadores rutinarios que van a ser reemplazados por este tipo de tecnología”.
El mandatario dijo en la plenaria que no hay hambre en el sur, sino hay migración del sur hacia el norte y que toda política que busca que los migrantes vuelvan a sus países de origen ha fracasado, porque la única política efectiva para detener el éxodo de los pueblos del sur hacia el norte es que el sur sea más fuerte y no tenga hambre.
Se refirió al criterio de seguridad alimentaria basada en el campesinado y el pequeño agricultor, no en la gran multinacional agraria, porque es este el que tiene la vocación de hacer que la tierra cumpla su vocación social y sea la base de la alimentación del mundo.
Sobre esto dijo que a eso se le llama reforma agraria y que busca que el campesinado tenga derechos políticos y económicos que permitan que se alimente a toda persona.
El presidente Petro defiende y promueve el derecho humano a la alimentación con soberanía alimentaria, basándose en tres pilares: disponibilidad, accesibilidad y adecuación de los alimentos.