EL QUINDÍO Y EL DECLIVE DEL PARTIDO LIBERAL:

2 noviembre 2024 10:34 pm

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Un Llamado a Nuevos Liderazgos para Romper el Ciclo de la Corrupción

Por: José Gustavo Hernández Castaño (*)

La historia política del Quindío está marcada por una trayectoria compleja en la que el Partido Liberal desempeñó un papel central. Sin embargo, en las últimas dos décadas, este partido ha atravesado un declive dramático en su popularidad y en su influencia. Este declive, evidente en la pérdida de votos y representación en los concejos municipales y la Asamblea Departamental, responde a factores profundamente arraigados que han deteriorado su imagen y su capacidad para representar los intereses del pueblo quindiano. Los ciudadanos ya no ven en el Partido Liberal una fuerza de cambio o una herramienta para el bien común; más bien, perciben una institución anclada en la corrupción, el clientelismo y la falta de integridad.

El Quindío ha sido escenario de numerosos escándalos de corrupción que han marcado la política local, y muchos de estos han involucrado a líderes del Partido Liberal. Los hechos de corrupción del periodo 2012-2015, que salieron a la luz en 2018 y en los que estuvieron implicadas tanto la exalcaldesa de Armenia como la exgobernadora del Quindío, ambas con fuertes vínculos con el Partido Liberal, son solo una muestra de cómo esta fuerza política se ha deteriorado moralmente. Estas figuras no solo comprometieron sus propias trayectorias políticas, sino que también mancharon la reputación del partido, dejando en claro que el poder ha sido utilizado para beneficios personales y no en favor del bien común.

La corrupción en el Quindío ha sido tan profunda y extendida que hoy se ha convertido en un mal endémico que va más allá de un periodo de gobierno o de un solo líder. Cada administración parece sumarse a este ciclo de corrupción, dejando a los ciudadanos en un estado de desesperanza y desconfianza hacia el sistema. Esta situación es agravada por la falta de rendición de cuentas y por un sistema político que parece perpetuar el mismo tipo de liderazgos, donde el beneficio personal prevalece sobre cualquier noción de interés público.

En el Quindío, el Partido Liberal, otrora emblema de justicia social y representatividad, enfrenta hoy una de sus mayores crisis. Este fenómeno no es simplemente una tendencia electoral negativa; es el resultado de un desgaste estructural que responde a factores como la corrupción, el clientelismo y la falta de renovación. En un contexto donde los escándalos de corrupción han permeado casi todos los niveles de la política local, el Partido Liberal no solo se ha visto involucrado, sino que se ha convertido en un símbolo de la crisis moral y ética que atraviesa la región.

Además, el papel de una de las Representantes a la Cámara, que actuó como asesora en varias alcaldías de Armenia y en la gobernación durante administraciones reconocidas por su corrupción, refuerza la idea de un partido que ha hecho de las prácticas clientelistas y el poder en la sombra su modus operandi. Esta situación ha llevado a la ciudadanía a desconfiar no solo de las figuras liberales, sino de toda la estructura política del Quindío, donde parece que los intereses privados y la ambición personal prevalecen sobre el bien común.

Los resultados electorales del Partido Liberal en los últimos años (hablan) son un reflejo directo de la desilusión de los ciudadanos. En el año 2000, el partido obtuvo un apoyo significativo, representando el 44.91% de los votos en los concejos municipales, el 41.23% en la Asamblea Departamental y el 45.81% en la Cámara de Representantes. Sin embargo, para el 2023, estos porcentajes habían caído drásticamente a 10.58% en los concejos, 12.33% en la Asamblea y 17.52% en la Cámara de Representantes. Este descenso masivo en el apoyo ciudadano muestra que el Partido Liberal ha dejado de ser una opción viable para la mayoría de los votantes en el Quindío.

RESULTADOS CONCEJOS (12 MUNICIPIOS) Y ASAMBLEA DEPARTAMENTAL
PARTIDO LIBERAL
2.0002.023
VOTOS%CURULESVOTOS%CURULES
CONCEJOS86.27944,918230.94510,5823
ASAMBLEA78.19041,23633.30512,332

                                             Fuente: https://cedae.datasketch.co/ (cuadro elaboración propia)

RESULTADOS CAMARA
2.0002023
VOTOS%VOTOS%
83.84245,8138.13317,52

                                                            Fuente: https://cedae.datasketch.co/ (cuadro elaboración propia)

La ciudadanía ha respondido a los constantes escándalos de corrupción y al clientelismo con un voto de castigo. Este es un mensaje claro de que la población no está dispuesta a seguir apoyando a un partido que parece haber abandonado sus principios éticos y sus ideales de justicia social. Los ciudadanos del Quindío han perdido la confianza en el Partido Liberal, y esta pérdida de confianza se refleja en las urnas, donde la abstención y el voto por alternativas han sido una constante en los últimos años.

El Partido Liberal también ha sufrido una severa fragmentación interna, donde cada concejal, cada diputado y cada líder local se considera un jefe en su propio territorio, sin reconocer otros liderazgos. Esta división ha dificultado que el partido funcione como una fuerza política cohesionada y ha limitado su capacidad para ofrecer una propuesta clara y consistente a los votantes. Sin un liderazgo central y unificado, el Partido Liberal ha perdido su capacidad de conectar con los ciudadanos y de ofrecer una agenda política sólida.

La muerte de Emilio Valencia, quien fue durante décadas una figura prominente del clientelismo liberal en la región, dejó un vacío que no fue llenado por líderes renovadores, sino por figuras que han perpetuado su legado de clientelismo. Esta fragmentación y falta de renovación han sido factores determinantes en el deterioro del partido, que hoy se enfrenta a una ciudadanía que clama por liderazgos éticos y por una política que se enfoque en el bienestar de todos, no en los intereses individuales de los políticos de turno.

El Pragmatismo de la “Zorra” Política: Oportunismo y Doble Juego

Una de las figuras liberales en el Quindío representa perfectamente el pragmatismo político que ha caracterizado el accionar de ciertos líderes. Esta representante ha demostrado ser una “zorra” política en el sentido más astuto y cínico de la palabra: en el Congreso, actúa como aliada del gobierno de Gustavo Petro, utilizando su posición para obtener beneficios personales a través del clientelismo (contratos, puestos). Sin embargo, en el Quindío, se convierte en una de las principales aliadas de Cambio Radical y del financista de las campañas políticas, donde se presenta como anti-petrista para seguir obteniendo ventajas clientelistas.

En la reciente convención nacional del Partido Liberal, esta representante votó a favor de la reelección de César Gaviria, mostrando una lealtad conveniente al poder central del partido mientras sigue cultivando alianzas con fuerzas antagónicas en el ámbito regional. Este doble juego, donde se actúa como oficialista en Bogotá y como opositora en el Quindío, revela una estrategia puramente pragmática que responde exclusivamente a sus intereses personales. Esta figura es el símbolo del clientelismo y la falta de principios que han llevado al Partido Liberal a perder el respaldo de los ciudadanos.

Un Llamado a Nuevos Liderazgos: Renovación para el Bien Común

La crisis del Partido Liberal en el Quindío es, en última instancia, una oportunidad para que los ciudadanos tomen las riendas y exijan un cambio verdadero. Es el momento de que la ciudadanía, cansada de los mismos liderazgos y prácticas corruptas, busque alternativas en las próximas elecciones. Es hora de que los quindianos se unan para elegir representantes que pongan los intereses del departamento y del bien común por encima de los intereses personales y clientelistas.

Los ciudadanos del Quindío tienen en sus manos la oportunidad de renovar la política regional. En lugar de continuar apoyando a los mismos líderes que han traicionado su confianza, es momento de buscar nuevos liderazgos, personas comprometidas con la ética y con un proyecto político que responda a las necesidades de todos. La ciudadanía merece representantes que no jueguen con su confianza y que no cambien de bando según sus conveniencias personales. La región necesita líderes que se enfoquen en construir un futuro en el que los recursos públicos sean utilizados de manera transparente y en beneficio de la comunidad.

El futuro del Quindío está en manos de sus ciudadanos: el Partido Liberal ha demostrado que, en su forma actual, es incapaz de representar los intereses de los ciudadanos del Quindío. Los constantes escándalos de corrupción, el clientelismo y la falta de principios éticos han llevado a este partido a una situación de crisis de la que no podrá salir sin una renovación radical. Sin embargo, esta renovación no depende solo de los líderes del partido; depende de todos los ciudadanos que, en las próximas elecciones, tienen la posibilidad de cambiar el rumbo de la política regional.

Es momento de que el Quindío rompa con el ciclo de corrupción y clientelismo que ha frenado su desarrollo y busque una política basada en el servicio y el compromiso con el bien común. Los ciudadanos deben ser quienes elijan nuevos liderazgos comprometidos con el interés colectivo y no con beneficios individuales.

Este es un llamado a los quindianos: en sus manos está la oportunidad de construir un futuro mejor para la región, uno en el que la política sea una herramienta de progreso y justicia para todos, no una vía para el enriquecimiento personal de unos pocos.

(*) Magister en Ciencias Políticas

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