Guillermo Salazar Jiménez
La conversación rinde frutos positivos si está regada con la semilla de los acuerdos, le expresó Juanita Lectora a Rusbel para recordarle que el arte de hablar hace parte de la política gubernamental para exponer los aspectos centrales del cambio previsto con las reformas sociales. Juanita, respondió Rusbel Caminante, entiendo el esfuerzo del gobierno por expandir sus ideales de cambio, también el significado de las palabras de los opositores que lo torpedean.
Sí, Rusbel, aquellos opositores al cambio utilizan frases e ideas para confundir a los ciudadanos que solo ven y escuchan los medios que los apoyan. Malinterpretan y acusan con falsedades las ideas básicas y los presupuestos centrales del nuevo país. Buscan contradecir con argumentos tramposos, juegan con las palabras para evitar conversar y no ceder la razón al proponente. Cierto, Juanita, sin diálogo, conversación abierta entre bandos, no habrá comprensión sobre los argumentos formulados, menos sobre los cambios propuestos. Cuando existen objetivos diferentes entre las partes, conversar se torna en estrategia clave.
Juanita, expresó Rusbel, la desinformación por la falta de conversar tiene consecuencias graves para expandir el sentido de comunidad, acrecentar la solidaridad colombiana y valorar el conocimiento compartido de país. Así es, Rusbel, porque la mentira reina cuando se abandona conversar con sentido crítico sobe las reformas, creo que los colombianos ajenos a la información veraz y objetiva no deberían aplaudir las explicaciones triviales. Juanita recordó al líder político y pensador romano Cicerón, “El que entabla una conversación no debe impedir a los demás entrar en ella, como si fuera una propiedad particular suya…” Sus obras no fueron ensayos concluyentes, se trataron de diálogos donde varios participantes, incluyéndose él, no terminaban en claros vencedores. Lo definitivo era el debate de ideas a través de conversar entre las partes divergentes para encontrar acuerdos.
“Como nada es más hermoso que conocer la verdad, nada es más vergonzoso que aprobar la mentira y tomarla por verdad”, lo dijo Juanita Lectora por Cicerón a Rusbel. Agregó, este pensador creyó que un Estado libre generaría estabilidad y justicia. Para ello, Cicerón recurrió a la oratoria, como estrategia expositora de ideas y conversación dialógica hacia el logro de los cambios fundamentales “en la organización y distribución del poder dentro de la República para asegurar su futuro”. Otra cosa, adicionó, el 7 de diciembre del año 43 a.C fue muerto Cicerón por sus contradictorios, decapitado y sus manos cortadas fueron exhibidas en el Foro Romano.
Juanita, estoy de acuerdo contigo, la manipulación de las palabras es instrumento central para manipular la realidad; por ello, si controlas el significado de las palabras, controlas a la gente que las puede usar. Con mayor razón, Rusbel, respondió Juanita, si es gente que poco lee, se informa e investiga. Juanita, expuso Rusbel, para encubrir los atropellos contra la igualdad social, la falta de ideas reemplaza la ausencia de conversar como estrategia para mantener privilegios. Creo que, en tiempos de reformas, necesitamos encontrar políticos y comunicadores capaces de conversar, preocupados por utilizar la razón antes que tener razón.