La Alcaldía de Armenia ha activado protocolos de monitoreo y atención para hacer frente a los daños ocasionados por las fuertes lluvias que afectan a la ciudad. Hasta el momento, se han identificado 54 asentamientos en zonas de alto riesgo, donde se encuentran asentamientos ilegales que ponen en peligro a las familias que habitan en estos lugares.
Desde la Oficina Municipal para la Gestión del Riesgo de Desastres se identificaron las siguientes zonas; además, las recomendaciones emitidas por parte de la administración están orientadas especialmente a estos asentamientos y a toda aquella construcción o estructura que se encuentre en zonas de ladera, tales como:
- Antonio Nariño
- Alberto Zuleta
- 19 de Enero
- Montevideo Central
- Montevideo Bajo
- Santander Bajo
- Pradito Bajo
- Santa Elena
- La Playita (río Quindío)
- Milagro de Dios
- Las Palmas
- La María
- La Gallera (frente a Arrayanes)
- Florida Norte
- La Curva del Diablo
- La Curva de La Unión
- Gaitán Bajo
- Gaitán Alto
- Guayaquil
- Ciudad Dorada
- Caserío Balboa
- Buenos Aires Bajo
- Buenos Aires Alto
- Secreta Baja
- Patio Bonito
- San Andrés Bajo
- Sinaí
- Los Quindos
- Salvador Allende
- Naranjos Bajo
- Acacias Bajo
- El Milagro
- Cristales Bajo
- Las Veraneras
- El Recuerdo
- Brasilia
- Villa Juliana
- Pradito
- Santa Fe
- Miraflores Bajo
- Unión Bajo
- Salazar Bajo
- Nueva Libertad Bajo
- Aldea Bajo
- Villa Quindío
- Tigreros
- Mercedes Bajo
- Niágara Bajo
- Santa María Miranda
- Bolívar Norte
- Regivit
- Nuevo Armenia
- San Nicolás
- La Arboleda Baja
El alcalde James Padilla García también se refirió a las intervenciones que está llevando a cabo la Administración Municipal: «Las zonas de alto riesgo, especialmente en asentamientos, son un problema histórico y complejo de resolver. Sin embargo, estamos trabajando en visitas de acompañamiento y seguimiento con los entes de control para que las familias que viven en estas áreas comprendan los riesgos de permanecer allí».
Las afectaciones e inestabilidad que genera el mal uso del terreno se suman al mal manejo de aguas lluvias y de escorrentía, ya que depositan las aguas provenientes de los tejados directamente sobre los taludes sin ningún tipo de canalización. Esto provoca sobresaturación en los terrenos y facilita los deslizamientos, situaciones que son competencia única de la comunidad que los causa.
Desde la Omgerd se han emitido una serie de recomendaciones:
- Evitar el sobrepeso sobre la corona del talud, provocado por depósitos de escombros, parqueaderos de vehículos y residuos sólidos en general.
- Vigilar el efecto de las aguas de escorrentía sobre los taludes.
- Mantener y limpiar zanjas de coronación y sistemas de sumideros de aguas.
- Evitar manipular el talud, especialmente en temporadas de lluvias.
- Proteger la vegetación nativa del talud.
- Evitar arrojar residuos sólidos y escombros sobre zonas de ladera.
- Manejar las aguas lluvias de los techos de las viviendas colocando canaletas y direccionarlas a través de bajantes a una recámara.
- Reforzar la estructura de las viviendas que se encuentran en el quiebre de pendiente del talud.
- Proteger con plásticos los taludes para disminuir el efecto de erosión de las aguas lluvias.
- Retirar la mayor cantidad de escombros y residuos sólidos de la ladera, a fin de quitarle presión al terreno.
- Mejorar la cobertura vegetal de porte bajo, implementando siembra de grama, césped, maní forrajero o pasto vetiver.
- Evitar la presencia de árboles de gran altura sobre el quiebre del talud, ya que su peso y desarrollo de raíces facilitan los deslizamientos.
- Vigilar el mantenimiento y protección de los guaduales, ya que actúan como muro de contención natural.
- Sellar las grietas localizadas en el área de antejardín con cemento, para evitar efectos negativos por filtración de agua por las ranuras.
- Los colchones, sillas y elementos grandes arrojados a las quebradas desvían su curso y facilitan la socavación de la orilla, detonantes de deslizamientos mayores.
Desde la Administración Municipal se hizo un llamado importante a todas las comunidades que habitan estas zonas para que se concienticen de la necesidad de acatar las recomendaciones técnicas emitidas por los profesionales, las cuales están orientadas a salvaguardar la vida y la integridad de las personas que allí habitan.
Se debe considerar, además, lo mencionado en la Ley 1523 de 2012 y su Artículo 2, que establece: «La Gestión del Riesgo de Desastres es responsabilidad de todas las autoridades y de los habitantes del territorio colombiano».