Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la demanda de agua en América Latina aumentará un 43% para el 2050, casi el doble de la cifra esperada para cualquier otra región del mundo. En simultáneo, ciudades como Bogotá y Ciudad de México están experimentando “estrés hídrico”, un fenómeno en el que la demanda y la oferta de agua están en disparidad a raíz de una reducción en los niveles de las reservas.
Investigación
En medio de esta coyuntura, Ecolab, empresa líder mundial en sostenibilidad y el cuidado del agua, anunció los resultados de la segunda edición del “Watermark Study”, investigación realizada en 15 países del mundo y en la que se encuestó a 26.000 personas para preguntarles sobre sus perspectivas en materia de acceso, cuidado y hábitos de consumo de agua.
“65% de los consumidores a nivel mundial manifestaron que han dejado de comprar productos únicamente basándose en la cantidad de agua que se necesita para fabricarlos, lo que nos lleva a una señal de alerta importante, pues los consumidores están reclamando más que nunca acciones reales para combatir la escasez”, expresó Luis Felipe Carrillo, vicepresidente senior de Ecolab para América Latina.
Preocupación por el agua
El acceso a agua limpia se consolidó como una de las preocupaciones más importantes, y la mayoría de encuestados manifiesta estar más preocupado por el acceso inmediato que por el acceso a largo plazo. En este ámbito, América Latina (90%), China (88%) y Estados Unidos (80%) son las regiones con mayor cantidad de personas que consideran vital revertir esta situación.
De igual manera, el Watermark Study mostró las diferencias entre los consumidores por región y grupos demográficos, identificando que la densidad poblacional es uno de los factores más relacionados con la preocupación por el cambio climático y el acceso al agua, en este sentido, los residentes en zonas urbanas tienen un mayor índice de preocupación que aquellos residentes en zonas rurales, puntualmente en Asia Pacífico (85%) y Estados Unidos (74%).
Responsabilidad por la situación
En materia de responsabilidades por la situación climática actual, el 80% manifiesta que las empresas y los gobiernos son los principales responsables de la situación actual, y consideran que no están haciendo lo suficiente para revertir las tendencias.
Este es especialmente el caso de Estados Unidos, Europa, Asia-Pacífico y América Latina, donde sólo entre el 42% y el 51% de los encuestados creen que estas entidades se preocupan por la conservación del agua.
Las industrias que más agua usan
Los consumidores también responsabilizan en mayor medida a determinados sectores de la reducción del consumo de agua. Desde su percepción, los sectores agrícolas (43%) y alimentario (42%) son los que más agua consumen.
La mayoría de los encuestados en Latinoamérica (76%) considera que las empresas carecen de orientaciones claras y/o planes efectivos para combatir la escasez de agua, esto a pesar de los constantes proyectos y mensajes sobre cuidado del medio ambiente que estas promueven para cumplir con sus responsabilidades sociales y ambientales.
Compromiso con la sostenibilidad
Los consumidores siguen demostrando su compromiso con la sostenibilidad a través de sus hábitos de compra: más del 60 % de los encuestados a nivel global estaría dispuesto a pagar entre un 1% y un 4% más por productos producidos de forma sostenible. Esto es más pronunciado en China (93%), India/Medio Oriente/África (IMEA) (86%) y América Latina (75%). De igual manera, el 65% de los consumidores de todas las regiones también afirman que han dejado de comprar productos que utilizan cantidades excesivas de agua.
El estudio concluye que los consumidores en las zonas urbanas están desarrollando una creciente conciencia sobre los desafíos relacionados con el cambio climático. Ya sea por las olas de calor prolongadas, la sobrecarga de infraestructuras o el acceso desigual al aire limpio y al agua, estas preocupaciones se han convertido en una prioridad para quienes viven y trabajan en las grandes ciudades de todo el mundo.
Aunque los latinoamericanos confían en los recientes avances en el cuidado del agua, solo el 52% de los consumidores cree en las afirmaciones de los fabricantes sobre sus progresos en relación con los objetivos climáticos y de sostenibilidad.
El caso de Colombia
En Colombia, la sequía ha llevado a los líderes a implementar medidas como racionamientos de agua. Bogotá, en particular, ha estado bajo un esquema de racionamiento diario por sectores durante gran parte del año, debido a los bajos niveles en sus embalses. Esta situación ha generado una creciente preocupación entre los ciudadanos sobre las acciones del gobierno para mitigar los efectos del cambio climático.
Aunque se espera que las lluvias comiencen en el segundo semestre del año, los habitantes siguen alertas ante las advertencias de expertos como María Eugenia Rinaudo Mannucci, directora de sostenibilidad de la Universidad EAN. En un tuit, ella explicó: “Las lluvias en Bogotá no llenan los embalses; necesitamos meses de lluvias continuas sobre los embalses del Sistema Chingaza para recuperar sus niveles”.