Émerson Castaño
En dos ocasiones he preguntado a la Fundación Universitaria del Valle cuál es el costo o valor de instalar (incluyendo costos de equipos tecnológicos) un aula STEAM, y la respuesta fue: “no sabemos”.
Recordemos que esta universidad lideró tres proyectos para instalar aulas STEAM en diferentes colegios del departamento del Quindío. Estos tres proyectos tecnológicos tuvieron un costo de 35.000 millones de pesos. En mi columna titulada ¿Cómo montaron el negocio de las aulas STEAM?, expliqué cómo tercerizaron los proyectos. (ver: https://elquindiano.com/noticia/209539/como-montaron-el-negocio-con-las-aulas-steam-2/ ).
Esa columna solo fue el inicio de una investigación para averiguar el valor real de cada aula STEAM instalada en una institución educativa.
Sin embargo, no ha sido fácil. No por incapacidad investigada, sino por la estrategia dilatoria utilizada por parte de la Fundación Universidad del Valle para ocultar la información solicitada. En efecto, la respuesta del primer derecho de petición dice “que el valor de las aulas STEAM” se enmarcan en el valor total del contrato”. Con este tipo de respuesta intentan ocultar información.
La segunda dilación ocurrió al intentar obtener una respuesta clara a la pregunta: ¿Qué valor tiene el kit tecnológico de aulas STEAM? La Fundación Universitaria dio la siguiente respuesta: “En resumen, un proyecto de AULAS STEAM es un cambio cultural y pedagógico que va mucho más allá de la mera dotación de recursos tecnológicos, o la entrega de un producto con valor cuantificable…”.
Agregan en el segundo párrafo: “…por consiguiente no es posible definir el costo de un “KIT DE AULA STEAM” debido a que el producto final de los proyectos es el fortalecimiento de la prestación del servicio educativo”. Según ellos, sería como decir que no se puede definir el valor de un balón de fútbol porque el fin último es el fortalecimiento del deporte. Es como decir también que no es posible saber cuántos jóvenes inocentes fueron asesinados en el gobierno de Uribe porque el fin último era la ´seguridad democrática´. Creen que uno es ingenuo.
Y para rematar, añaden lo siguiente: “Para concluir, se hace necesario referir que la Fundación del Valle no comercializa “KIT DE AULAS STEAM”, por el contrario, nosotros somos garantes de la implementación de un proyecto del “SISTEMA GENERAL DE REGALIAS” que desarrolla acciones encaminadas al fortalecimiento de la calidad educativa en el departamento del Quindío y del cumplimiento de los fines del Estado”. Ellos dejan claro que su papel se limita a recibir el dinero y contratar a un tercero para ejecutar los proyectos. Quizás se trata de otro nivel para la “gestión de la calidad educativa”.
Hace un mes, la Asamblea Departamental del Quindío realizó un debate de control político sobre el tema. El único diputado que abordó el asunto con objetividad fue Jorge Iván Yusti Callejas.». El diputado preguntó: “¿cuánto es el valor que tiene cada tablero? ¿Qué precio tiene o qué valor tiene cada tablero? Entre otras preguntas. El secretario de TIC del departamento del Quindío le respondió: “Usted nos pregunta sobre más o menos los componentes y el costo de un aula STEAM. Los componentes van desde el tablero interactivo que puede valer unos 14 millones aproximadamente, el mobiliario, el kit de computadores, las herramientas interactivas, el kit de internet de las cosas, y más o menos lo que es el componente tecnológico, estamos hablando de 273 millones de pesos…”.
El mundo al revés: el secretario de TIC del Quindío, Héctor Fabio Hincapié, ahora sabe más sobre el valor de cada kit de aulas STEAM que la misma Fundación Universitaria del Valle, que fue considerada por el gobierno departamental como idónea para ejecutar esos proyectos.