Ciudadanos de la generación de hierro

13 septiembre 2024 10:30 pm

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Jhon Fáber Quintero Olaya

Hace poco hablaba con alguien que me sugirió que escribiera sobre una generación que él denominó como de hierro. Se trata de hombres y mujeres que hicieron historia en el Siglo XX, tuvieron una vida longeva y se convirtieron referentes familiares de muchas generaciones. La vida colombiana y su legado se ha fortalecido por cuenta de estos héroes del hogar. 

Sin embargo, la mencionada charla me llevó a cuestionarme sobre la posibilidad de otras personas emergentes de otras épocas que tuvieran un corazón igualmente inquebrantable. La generación de hierro no es propia de un momento histórico porque cada tiempo trae sus propias dificultades, sino que surge de la resiliencia individual, pero también del valor colectivo. La posibilidad de brillar a nivel personal, pero también de adaptarse a un grupo y entregar lo mejor hacen se inscriben en esta lógica de excelencia e integralidad. 

La pandemia, por ejemplo, representó un reto para todos. La pérdida de seres queridos y los vertiginosos cambios en las costumbres aún se viven, al tiempo que la economía y el cambio climático nos enseñan que estamos pasando por retos inéditos. La tecnología se encuentra en una cumbre insospechada por nuestros abuelos, pero el uso que se le pretende dar es difuso. La responsabilidad de las organizaciones estatales en esta materia también se encuentra en deliberación.

La interconexión mundial ya genera problemas jurídicos trasnacionales. Brasil y Venezuela, por motivos diferentes, suspendieron el uso de la red social X y, con ello, pusieron el dedo en la llaga sobre la vigencia de los derechos en la red. Una de las premisas sobre las que se cimenta el Estado de Derecho está en la igualdad ante la ley, por lo que hacer un comentario xenófobo desde China con repercusiones en Brasil compele a un nuevo relacionamiento jurídico. El multilateralismo y la comunidad internacional no sólo deben preocuparse por lo que sucede en Ucrania o Palestina, sino por la comprensión y construcción de mecanismos de amparo a la dignidad humana cuando la invención rompe la ficción. 

Servicios públicos como el agua potable y la salud siguen siendo privilegios. En Colombia, por ejemplo, mayoritariamente su población no tiene acceso al preciado líquido y sobre la prestación médica ya ni legislación cierta existe. En este último tema la pelota se la han tirado entre congresistas y ejecutivo como si las enfermedades tuvieran la paciencia para que se pongan de acuerdo. Las E.P.S, entre tanto, están a la espera de su salida de cuidados intensivos en un nuevo modelo o pueden comprar el certificado de defunción. Debemos estar atentos porque de pronto no les dan la cita. 

La riqueza virtual es directamente proporcional al deshielo o a la desaparición de los nevados. Algunos animales ya no podrán verse sino en fotos, salvo que algún inventor juegue a Dios en un laboratorio. Hasta las personas hoy pueden ser el resultado de una combinación celular no natural. El siglo XXI juega con todo hasta con los aspectos más esenciales de la vida. 

Generaciones de hierro, entonces, han vivido en todas las etapas de la huella humana y en todos los lugares. Seres dignos de admiración y que en la antigüedad se escribían y ahora simple y llanamente se postean. La música de los pájaros que valoraban nuestros antepasados ahora se escucha en las listas de reproducción de Spotify, pero en cualquier caso sigue siendo sonido de aves. Los retos del mundo actual y el venidero exigirán que cada vez más seres humanos tengan esta valiosa condición de ser de hierro.   

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