Álvaro Ayala Tamayo
Estamos en Colombia, un país en donde la guerrilla se volvió oligarca y los paramilitares petristas. Pensamos que la obra cumbre la había escrito Ernesto Samper, cuando mandó a sus políticos a corromper a los narcos.
La política es dinámica, dijo un alto funcionario al notificarse de la apertura de una investigación penal en su contra. Del despacho a la cárcel. Nueve años de condena los pagó con seis. De ellos cinco en domiciliaria. Inhabilitado para ejercer funciones públicas mutó a contratista. Hoy no le alcanzan las cuentas bancarias para consignar los millones que gana. Honradamente y pagando impuestos, dice. También dejando amigos de todas las tendencias políticas en los despachos. No enfrente a nadie por ideologías. En los mismos saunas y clubes nos encontramos siempre, explica. Cuál es el negocio, socio, le pregunté. Patrocinar candidatos, respondió. Todo legal y sin volarse los topes.
El caos y la incertidumbre se unen en un país desesperanzado y con la lucha de clases aumentando peligrosamente cada día. El odio es el otro nuevo activo en el mercado y los políticos están listos para sacar sus rendimientos. Ellos nunca pierden. Siempre obtienen votos, curules y contratos. Nos representan porque les damos el voto. Así que no nos quejemos. La democracia nos da la oportunidad de escoger a nuestro verdugo. En la dictadura el verdugo nos elige.
El odio es el nuevo combustible para mover masas. Mi político también roba, pero menos, es la respuesta. ¡Vaya consuelo! A veces hay excepciones. Terminaremos este gobierno, la presente fiscalía y no conoceremos la cuantía de la corrupción en la UNGRD. Faltan Caregatos y otras perradas. Si los pillos están pagando hasta 4 millones de dólares para que no los delaten, de cuánto fue la coima. Ahora nos revelan que dichos personajes siniestros estaban pendientes de más torcidos (contratos), en otras entidades estatales para financiar las próximas elecciones.
¿Ha notado últimamente qué usted ya no se motiva a tener amistad con ciertos vecinos porque son izquierdos y ellos tomaron el mismo camino porque usted es de derechas? Hay algo que no se entiende en esta ecuación. Usted siempre tiene la razón. El vecino nunca. Todos los días estamos más distanciados. Es un interesante fenómeno sociológico para el cual no tengo respuesta.
Muchas cosas están al contrario y quienes deben dar ejemplo se dedican a enloquecer al siquiatra. Eso pasa hasta en los mejores países. Por ejemplo: en EEUU viven más preocupados por prohibir en las aulas los celulares, que las pistolas y los fusiles. En los gobiernos Obama, Trump, Biden a ningún estudiante lo han matado de un celularazo. De balazos, si y, a muchos.
Al pueblo nunca le va bien con la democracia, ni con la dictadura. Con la izquierda, la derecha y el centro tampoco. Solo nos tienen en cuenta a la hora de las reformas tributarias. El asunto es meramente semántico. Petro es un grave problema y los que vienen no son la solución.
El sentimiento del país no cambiará hasta después de las elecciones del 5 de noviembre en EEUU. Esa es otra reyerta que queremos comprar los colombianos. Por fortuna siempre hemos sostenido buenas relaciones con demócratas y republicanos.
Con Venezuela, que nos pega duro, es un caso perdido. Hay Maduro para muchos años.