Guillermo Salazar Jiménez
Los bombardeos de la noche anterior no lograron borrar sus sueños de ser odontóloga, Hind Rajab quería acompañar a su hermana Hanoud a convertirse en médica. Ambas, expresó Juanita Lectora, hicieron parte de la historia de tres familias palestinas sacrificadas en la guerra de Gaza. Según Jaime Arocha, El Espectador, julio 16 de 2024, agregó Juanita, el reportero independiente Sharif Abdel Kouddous y kavitha Chekuru, presentaron el documental La noche interminable por medio de Al Jazeera, medio inglés especializado en estudiar los ataques por el ejército israelí contra la población civil.
Titularon La noche interminable, pensó Juanita, porque intuyeron que las hermanas Hind y Hanoud, nunca desearon ver amanecer porque debían partir al día siguiente en busca de protección. Los palestinos descansan sin dormir por el ruido de los disparos, dijo Juanita, para buscar, en las mañanas, edificios menos destrozados o refugios internacionales donde proteger sus vidas. Los días se trasformaron en la muerte interminable para mujeres y niños palestinos, expresó Juanita, las noches en sentir la vida como algo extraño e irreal.
Rusbel Caminante recordó a Hind y Hanoud, es necesario que el mundo reaccione para frenar tamaño genocidio, en 10 meses de ofensiva militar israelita superaron los 40.000 muertos y alrededor de 10.000 desparecidos. Confundido comentó que tal cifra es como si, al tiempo, borraran del mapa a todos los habitantes de los municipios quindianos de Buenavista, Circasia, Córdoba, Filandia, Génova, Pijao y Salento. Varios países protegen a Israel con la excusa del derecho a la defensa, deliberó Rusbel, sin advertir que los bombardeos sacrifican a la población civil, especialmente mujeres, ancianos y niños.
Hind de 6 años y su hermana Hanoud salieron de los escombros en busca de refugio, manifestó Rusbel, para ser interceptadas. Hanoud, desde su celular suplicó socorro, pero en el documental se oye la ráfaga asesina de un tanque israelita; Hind, herida y desangrándose, pidió auxilio hasta llegar la noche junto con la ambulancia. El día tiene ojos, la noche tiene oídos, Rusbel tomó este proverbio para ejemplificar que, aquellos reporteros fieles a las noticias de Gaza, están día y noche pendientes para denunciar tal genocidio.
Juanita Lectora recordó al jamaiquino Bob Marley, “Yo amo la noche, porque de noche todos los colores son iguales y yo soy igual que los demás”. Aunque Marley hace alusión al racismo, Juanita pensó que Hind y Hanoud debieron sentirse igual que los demás niños palestinos que han muerto y desearon volver la noche interminable para no ser asesinadas al siguiente día. Juanita continuó la triste historia: Los paramédicos y la psicóloga de la Media Luna Roja palestina tomaron la ruta autorizada para atender a las niñas, pero otro tanque despedazó la ambulancia. Juanita leyó que, pasada una semana, Forensic Architecture, logró examinar los huesos calcinados mezclados con restos de latas e indicó que automóvil y ambulancia “los impactaron proyectiles de probable fabricación norteamericana”. Concluyó con Alejandra Pizarnik, “Tal vez la noche es nada y las conjeturas sobre ella nada y los seres que la viven nada”.
