Por Manuel Tiberio Bermúdez
Gabriela Castellanos, nació en Cuba, se educó en los Estados Unidos, pero ha vivido hace mucho tiempo en Cali. Profesora de Literatura y Lingüística, y Teoría de Género. Poeta, ensayista y escritora de novelas, estuvo en Oiga, mire, lea 2024 hablando de su novela Jalisco pierde en Cali. La historia tiene como eje los sucesos del 26 de febrero de 1971 que sacudió a Cali con motines y la muerte de un estudiante.
Me acerqué a la escritora para conocer de viva voz algunos aspectos del libro y lo que va a encontrar el lector en su novela.
Va a encontrar una novela muy amena, va a encontrar una serie de personajes con los que se pueden identificar. También va a encontrar un escenario de Cali en varias épocas porque aunque se sucede en 24 horas, sin embargo hay alusiones a muchos momentos de la historia de la ciudad. Es una forma de conocer la ciudad, y a unos personajes muy vivos, muy reales que pueden inducir a reflexiones muy particulares y a emociones muy especiales.
Hablaba usted de la reivindicación de la mujer en la novela. Cuénteme un poco sobre el asunto.
Uno de los aspectos que el libro trata es el problema de la sexualidad femenina, cómo ha sido reprimida, cómo ha habido abusos sexuales contra mujeres y las repercusiones que esto tiene. Pero no aparece la mujer solamente como víctima de abuso sexual. Aparece también como protagonista. La mujer construyendo una relación de amor y además siendo protagonista de un trabajo histórico, de un trabajo político, destacando en el movimiento estudiantil.
Hay una tendencia a decir que en la actualidad no se leer. ¿Entonces para que publicar?
Hay que seguir insistiendo para que todo el mundo lea. Es importantísimo que se siga publicando, que se siga leyendo.
¿Para qué sirve ser escritora?
Para poder vivir tantas vidas que no son las de uno, inventar vidas, personajes, y vivir vicariamente, vivir lo que no es la vida de uno. Mientras uno está escribiendo, uno está viviendo su propia vida como persona, pero está viviendo esa otra dimensión, ese otro mundo. Uno se goza ese mundo que uno mismo esta construyendo.
