Aldemar Giraldo Hoyos
Los paratletas son personas con discapacidad física que han desarrollado habilidades, resistencia física y fuerza para participar en deportes u o0tras actividades físicas; gracias a ellos, Colombia ha obtenido 17 medallas (4 de oro, 6 de plata y 7 de bronce); así, la delegación nacional cumplió con su mejor actuación en unos Juegos Paralímpicos, que hasta entonces era la de Tokio 2020; todavía faltan más.
Pena me da cuando me arrincono por una virosis o por la falta de fuerza y lucha, después de una fractura de un miembro; pensaba que el mundo se iba a acabar; sin embargo, al mirar a mi tío Pastor, quien no podía caminar como los otros mortales, sino con la ayuda de una silla de ruedas, de un caballo criollo o de una motocicleta adaptada a su condición; una persona que respiraba vida y entusiasmo y que jamás inclinó su cabeza para inspirar pesar o para suplicar una moneda, en ese momento empecé a entender que nuestra tierra está repleta de héroes anónimos, quienes dan más de lo que tienen y piensan el mundo desde la posibilidad y no desde el déficit.
A través de “Pastorcito” les rindo un homenaje a aquellas personas que no se amilanan ante la adversidad y hacen de la vida una lucha fructífera sin dar un paso atrás, viendo el futuro como un camino a la superación y tratando de sacar el mejor provecho a las oportunidades que esta sociedad discriminadora, de vez en cuando, entrega. El tal Pastor fue hermano, tío, padre de varios hijos y abuelo; su trabajo diario le daba autonomía y muchas veces se tiraba una canitaal aire, como todos los humanos de carne y hueso. Todos sus coterráneos lo tienen en la memoria por ser un hombre de bien, luchador y parlanchín.
No me da vergüenza decir que mi corazón se ablanda al ver el desempeño de los paratletas que se encuentran en París; lo dan todo y más; merecen un reconocimiento especial de todos los colombianos; aunque la sociedad de consumo los ignore muchas veces y tengan que tocar puertas, portones y postigos para hacer parte de los elegidos, esos hombres y mujeres han demostrado que son más que seres humanos. Un gran modelo para nuestra juventud.
Es hora de mirarlos desde la posibilidad y no desde el déficit; nos están dando una lección digna de imitar por muchos deportistas que sólo piensan en figurar en los medios de comunicación y llenar los bolsillos y, en diversas ocasiones, el centro de atención por variados escándalos.
Como decía mi abuela: “Me quito el sombrero ante esos que llaman paratletas”