En los últimos años, el periodista Juan de Armenia, tiempo que hace que empezó en esta actividad después de su paso exitoso por el comercio, ha dedicado gran cantidad de sus escritos, en artículos de prensa y en libros y folletos a predecir el fin del mundo. Ha tenido que, por diferentes circunstancias de la historia reciente del mundo, cambiar la fecha de día final. Pero no desiste, incluso, mandó construir un barco, imaginario, para partir hacia una dimensión diferente, y ‘salvarse’ de la hecatombe final. Ha sido muy recurrente en sus charlas y en sus escritos aquello de quiénes se quieren ir ‘conmigo’ (es decir, con él), en el barco de la salvación. Lo más curioso de esta campaña es que Juan de Armenia, que antes se llamaba Juan Arcila Giraldo y que se cambió de nombre en una notaría, para que sus profecías tuvieran tanta fuerza como la de Juan el evangelista, jamás renunció a trabajar, a conseguirse en el día a día ‘su papa’. Hace unas semanas unos amigos le preguntamos sobre su pensión y dijo: “Ya tengo todas las semanas cotizadas, solo me faltan dos años, para cumplir la edad, que es a los 62”. Y, entonces, el colega Róbinson Castañeda, que no se queda con nada entre los labios, abrió su cerco dental y preguntó: “¿Y si usted pregonaba, y aún lo hace, que el fin del mundo está tan cerca, a unas semanas o pocos años, para qué cotizó pensión, si en la dimensión a la que viajará su barco, eso no es necesario? Vaya pregunta.
Gobernador viajero

En ocho meses de mandato, el gobernador del Quindío Juan Miguel Galvis ha hecho cinco viajes al exterior: España, México, Estados Unidos (dos veces) y ahora Francia. Promover la región turística del Quindío, observar la movilidad en otros rincones del mundo, acompañar la identidad regional y convenir una carrera atlética para la región, han sido los propósitos. Sería muy conveniente que el gobernador mostrara, en próximas alocuciones con sus gobernados, a través de los medios de comunicación, los resultados palpables, tangibles, de esos viajes. Para muchos, viajes innecesarios porque lo mismo hubiera podido hacer, promoción turística, conocer la movilidad en otros mundos, llevar la identidad regional y convenir carreras atléticas, sin hacer esos viajes, pues el mundo moderno permite la comunicación inmediata y simultánea con cualquier homólogo del gobierno o empresario. Sería también muy bueno que, para claridad de los quindianos, el gobernador presentara un balance económico exacto sobre el costo de sus viajes, lo que representaron sus viáticos en esas jornadas.
Las foto-multas no tienen buen ambiente

El proyecto de Acuerdo por medio del cual se le conceden facultades al alcalde de Armenia para dar en concesión algunos servicios del tránsito en la ciudad, incluyendo las llamadas foto-multas, no tiene buen ambiente en el Concejo Municipal, incluso entre los concejales de la coalición mayoritaria. Se sabe que hay cuatro concejales, entre los independientes y los de oposición que no le jalarán a este asunto. Y, ahora, se conoció que varios corporados se sumarán al cuestionamiento a este proyecto y no están dispuestos a votarlo, incluso, podrían hacer mayoría si se suman los independientes y de oposición. Aunque, el proyecto pretende ordenar la movilidad en la ciudad a través de medidas que ya funcionan con éxito en algunas ciudades colombianas, en Armenia los concejales de la coalición están viendo que entre la ciudadanía hay una mayoría opuesta y molesta con este proyecto y, por tanto, votarlo les haría peligrar muchos voticos. Por el momento, se espera la discusión al interior del Cabildo.