Armando Rodríguez Jaramillo
El periódico La Patria de Manizales publicó el pasado 21 agosto el artículo ¿El Eje Cafetero?[https://acortar.link/Ae7xpS] donde el historiador, escritor y librero manizaleño Pedro Felipe Hoyos Körbel se refiere a Pereira y Armenia como «los del sur», dejando entrever que ese centralismo que motivó la separación de Quindío y Risaralda del departamento de Caldas aún está presente en la «Perla del Ruiz». Y es que no de otra forma se podrían entender sus palabras cuando dice que la geografía del Eje Cafetero es «inexacta y peligrosa» para los manizaleños, y también cuando afirma: «Estamos dejándonos absorber por Pereira y Armenia mirando al sur, como si el Antiguo Gran Caldas aún existiese», calificativo usado por algunos entre 1905 y 1966 y que creí archivado en los anales de la historia.
Luego el columnista alude al «Caldas grande» resaltando a Manizales como el gran protagonista del Eje Cafetero. La cita completa es la siguiente: «También creo que los gobernadores y diputados caldenses no se han dado cuenta que no existe ningún Caldas grande y que somos usados por los vecinos, que sí se dieron cuenta que Manizales es un integrante definitivo y de mucho peso en la región. Necesitan ellos a Manizales, mucho más que Manizales a ellos».
Por último, dice que «Para Manizales […] el concepto de eje y, además, cafetero, la induce a mirar al sur poniendo su atención en Pereira y Armenia, descuidando el oriente de su departamento», y termina sugiriendo que no se mire más al sur: «… Manizales debe apoyar el desarrollo en el oriente, la riqueza como departamento está entre la Cordillera Central y el río Magdalena. Es urgente que nos miremos primero a nosotros mismos y después nos montemos en proyectos con los ambiciosos vecinos».
Como en su artículo Hoyos Körbel emplea frecuentemente la primera persona del plural, queda por saberse si este es un pensamiento generalizado en su ciudad o tan sólo sonapreciaciones personales. Sea lo uno o lo otro, en el Quindío no se habla del Gran Caldas ni en pasado ni en presente, pues cuando nos referimos a lo que fue ese departamento hasta 1966 hablamos del Viejo Caldas y para nombrarlo ahora simplemente lo llamamos por su nombre, como lo hacemos con cualquier otro departamento, sin calificativo alguno.
En todo caso, los del sur no estamos preocupados por Manizales ni necesitamos de ella ni somos vecinos ambiciosos, simplemente los quindianos estamos ocupados en proyectos vitales para nuestro desarrollo como para distraernos en banalidades; no obstante, mantenemos la disposición de trabajar con los vecinos del Eje Cafetero, peroen igualdad de condiciones. De cualquier modo, es loable el llamado que hace el escritor para que desde Manizales se mire hacia el oriente y al Magdalena donde según él está la riqueza de su departamento, pero este es un asunto que le compete a su dirigencia.
Por nuestra parte, los sureños del Eje Cafetero seguiremos gestionando la construcción de la doble calzada Calarcá – La Paila para optimizar el principal corredor de comercio nacional e internacional del país que es Bogotá – Buenaventura acortando tiempos de desplazamiento con el puerto sobre el Pacífico. Asimismo, estamos concentrados en la inversión de $232.083 millones que Findeter e Invíasadjudicó al Consorcio Megavías del Quindío para la construcción de la doble calzada Armenia – Montenegro – Quimbaya y el diseño de Fase 3 de la doble calzada Quimbaya – Alcalá – Cartago, vía que mejorará la comunicación del Quindío con el norte del Valle del Cauca y nos conectará con el corredor Pacífico 3 por La Virginia y el túnel de Tesalia hacia Irra y La Pintada, acortando el tiempo de viaje hacia Medellín y evitando el paso por Pereira – Dosquebradas – Santa Rosa – Chinchiná.
De igual forma, tenemos el foco en la actualización del Plan Maestro del aeropuerto Internacional El Edén que adjudicó la Aerocivil en febrero de este año a la empresa española Consorcio UG21 por $10.322 millones de pesos, cuyos resultados los tendremos en seis meses para continuar con el proceso de modernización y ampliación de la terminal aérea.Adicionalmente, como el Quindío es un cruce de caminos, está el estudio de factibilidad del Corredor Férreo del Pacífico con una inversión de la ANI y Findeter por$224.000 con el fin de establecer la renovación férrea entre Buenaventura – Zarzal – La Tebaida y avanzar en la recuperación de estaciones y talleres y el mantenimiento del corredor.
De todos modos, y para evitar caer en regionalismosodiosos, quiero traer a colación la descripción que se hace del Quindío en el especial de inversión extranjera publicado por la Revista Semana hace tres días, el 24 de agosto, bajo el título ¿Cómo logró Quindío ser uno de los departamentos más competitivos de Colombia y atractivos para la inversión extranjera? [https://acortar.link/A00mFy]: «Quindío goza de una ubicación privilegiada que conecta tres de las ciudades más importantes de Colombia: Bogotá, Medellín y Cali. Armenia, su capital, se encuentra en el epicentro de la actividad productiva nacional, actuando como un puente entre el Pacífico colombiano y el centro del país. La región cuenta con una infraestructura de transporte terrestre que facilita el acceso a estas grandes urbes. Además, el Aeropuerto Internacional El Edén ofrece vuelos directos a Fort Lauderdale y Panamá, reforzando su conectividad internacional».
Definitivamente, nuestro futuro está con Bogotá, Cali y Medellín y también en dirección a Buenaventura y Puerto Antioquia en Urabá. De ahí que por estos lares no pensamos en usar ventajosamente a Manizales como lo sugiere Hoyos Körbel, pues nuestro porvenir no se halla en el Eje Cafetero. No obstante, reconocemos que con los vecinos del norte y delos restantes puntos cardinales siempre será fructífero tener relaciones y consensos en condiciones de igualdad y respecto, y con base en ellas establecer alianzas para proyectos de beneficio común.
Armando Rodríguez Jaramillo
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