José Soto
Si, la verdad que si. Como todos saben las finales no se juegan, se ganan y esta vez nos hizo falta mentalidad. Los penaltis son una lotería, se pudo ver que no hay rival pequeño y como dicen por ahí, de los equipos con diez hombres líbranos señor, eso pensamos cuando les expulsaron un jugador.
Teníamos claro desde el comienzo que la mejor defensa es un buen ataque, pero en un clásico puede pasar de todo y los árbitros son humanos y se pueden equivocar. Lo dimos todo hasta el final, porque el partido no termina hasta que pita el árbitro y si esa última jugada va a dentro, es gol; lástima, pero lo palos también cuentan.
Para nosotros este era el partido del siglo, salimos a hacer lo nuestro, la oportunidad de hacer realidad el sueño por el que siempre hemos trabajado. Estoy contento con mi trabajo, pero lo importante es el equipo y aunque siempre intentamos marcar, el balón no quiso entrar. Algunos dirán que jugamos como nunca y perdimos como siempre, pero ni antes éramos tan buenos ni ahora somos tan malos, hay que seguir trabajando porque las estadísticas están para romperlas.
Si nos hubiéramos adelantado en el marcador, hubiéramos tenido muchas opciones de ganar, pero ese gol tempranero, fue un gol psicológico. Fue una tragedia lo del penalti fallado, pero solo fallan los que se atreven a tirarlos y ellos tuvieron la suerte del campeón. Eso si, que quede claro que nuestro objetivo siempre fue marcar y no se nos dio. Para el próximo torneo, iremos partido a partido.
Ah, lo que pasa en el campo, se queda en el campo. Fútbol es futbol y el fútbol es así.