Lamentamos profundamente la muerte violenta del abogado Óscar David Suárez Marín, hijo adoptivo del veedor ciudadano de Armenia Alejandro Rodríguez. Las circunstancias del asesinato, en su propia casa en el barrio Nuevo Berlín indican que los sicarios tenían todas las coordenadas de la víctima, lo habían seguido y se había convertido en un objetivo con los fines macabros de asesinarlo.
Las autoridades del Quindío realizaron ayer un Consejo de Seguridad y ofrecieron una recompensa de 20 millones de pesos a quien ofrezca información certera sobre los responsables de este crimen. Pero, a pesar de ese ofrecimiento y del plan ‘candado’ realizado en la ciudad para dar con el paradero de los criminales, nada se ha sabido de estos, por el momento.
La muerte del joven Óscar David Suárez tomó connotación por la figura de su padrastro Alejandro Rodríguez, que ha venido, a través de la Junta Ciudadana de Armenia, haciendo denuncias sobre hechos de corrupción en los gobiernos de Armenia y el Quindío. Lo viene haciendo desde la administración del gobierno municipal de David Barros, pasando por el de Ana María Arango, sin tocar los casos de corrupción de Luz Piedad Valencia, pero dedicándole tiempo para denunciar a la exgobernadora Sandra Paola Hurtado, pero de nuevo, sin tocar al exgobernador Roberto Jairo Jaramillo. En los últimos años había hecho denuncias contra el exalcalde José Manuel Ríos y este año contra decisiones de James Padilla. Sin embargo, no es pertinente, ni prudente, y mucho menos es lícito asociar la muerte del abogado Suárez con las actividades de veedor ciudadano que ejerce su padrastro Alejandro Rodríguez.
Es, en nuestro criterio, una irresponsabilidad hacer aseveraciones en ese sentido, toda vez que las autoridades aún no tienen un indicio claro sobre los motivos del asesinato. Incluso, sugerir la asociación de un hecho con otro puede convertirse en un arma peligrosa que puede azuzar la violencia y provocar otras muertes.
No es correcto ni moral ni ético aprovechar el dolor de una familia, un hecho luctuoso como este para echarle ‘cebo al candil’ en la pelea política entre bandos distintos en la región, con suposiciones y conjeturas que solo harán crecer los odios y las distancias sociales y políticas en Armenia y el Quindío. Hay que actuar con serenidad, permitiéndole a las autoridades investigar y esclarecer el lamentable suceso, y que la justicia obre como es debido.
Lamentamos profundamente la muerte del abogado Suárez, llamamos a las autoridades a esclarecer lo más pronto posible este asesinato, y expresamos nuestra solidaridad y voz de condolencia al veedor Alejandro Rodríguez y a su familia.