Hans-Peter Knudsen*
Las tendencias demográficas en Colombia, y en el Departamento del Quindío, muestran patrones interesantes que reflejan cambios tanto en la población general como en las dinámicas locales.
Mientras hace 50 años la Tasa de crecimiento poblacional anual estaba en 2,5%, para Colombia y para el Quindío, en el año 2024 está en 0,9% para Colombia y en 0,5% para el Quindío. En otras palabras, en el Departamento la tasa de crecimiento poblacional anual se ha reducido a una quinta parte en los últimos cincuenta años. Por otro lado en Colombia, y en el Quindío, la Esperanza de vida pasó de 61 años en los 70’s a 77 años actualmente.
El envejecimiento de la población presenta desafíos nuevos, especialmente en términos de la provisión de servicios adecuados para una sociedad con un nuevo perfil demográfico. Se generan modificaciones en la demanda de servicios de salud, con mayores costos; se alteran las estructuras familiares enfrentándose a un mayor número de personas mayores con un menor número de familiares dispuestos a dedicarse al cuidado de estos; se disminuye la fuerza laboral, se aumenta la dependencia económica y se pone en riesgo la sostenibilidad del sistema de pensiones, entre otras cuestiones.
Estos profundos impactos sociales requieren adaptación en diferentes niveles, desde la política y la economía hasta la cultura y la estructura familiar.
En el caso del Departamento del Quindío esta realidad, unida a la indiscutible migración de adultos mayores, desde distintas regiones del país y del exterior, representa también una oportunidad para desarrollarse como región de “Economía plateada”.
En el mundo hay múltiples ejemplos de ciudades y regiones que le han apostado a esta “Silver Economy” exitosamente. Desde Tokio, Kanagawa y Okinawa en Japón, pasando por Helsinki y Espoo en Finlandia o Fráncfort y Múnich en Alemania o Eindhoven en Países Bajos o Copenhague en Dinamarca o Sidney y Melbourne en Australia o Singapur o Vancouver y Toronto en Canadáo Niza en Francia hasta San Francisco y Miami en Estados Unidos.
En América Latina la “economía plateada” es un concepto que aún se encuentra en desarrollo. En Montevideo, Santiago de Chile, Buenos Aires y San José de Costa Rica se han comenzado a hacer visibles los esfuerzos por adaptarse a una población que envejece. No obstante lograr esta adaptación requiere mucho tiempo, muchos recursos y mucha decisión política de largo plazo.
Una región que aspire a desarrollar una “economía plateada” ideal requerirá adaptaciones en infraestructura (mayor accesibilidad), servicios de salud de alta calidad, oportunidades de empleo y emprendimiento para personas mayores (es un verdadero tesoro el perfil profesional, científico y cultural que ha llegado al Quindío por cuenta de la migración de mayores, que aún no ha dimensionado, ni capitalizado, el Departamento), entornos sociales y culturales inclusivos, tecnología accesible y usable, servicios de cuidado y asistencia, educación y formación continua, entre otras. Uno podría decir que la más difícil de conseguir, la de un entorno natural y clima agradable, se la dieron al Quindío desde la creación. Todas las demás representan inmensas oportunidades de desarrollo para el Departamento y exigen políticas públicas favorables junto a un entorno económico dinámico.
Aun cuando no existen todavía datos estandarizados que detallen el porcentaje exacto de contribución al PIB de la “Economía Plateada” si existen estimaciones y estudios parciales que pueden dar una idea de la magnitud de esta contribución en ciertas regiones avanzadas en este sector. Según esos cálculos, para Japón la “Economía Plateada” representa entre el 10 y el 15% del PIB, para la Unión Europea entre el 5 y el 10% y para Estados Unidos entre el 6 y el 7%.
Según el “Diagnóstico de la situación turística del Departamento del Quindío”, haciendo referencia al Índice de Competitividad Regional de Colombia 2020, la participación del Turismo en el PIB del Quindío se situó en el 9,62%. Esto sugiere que, con un desarrollo planeado, organizado y estratégico, el Departamento podría impulsar un sector complementario con aspiraciones válidas de lograr una contribución similar a la del turismo, a través de la “Economía Plateada”.
Por otro lado, según Informe del Banco Interamericano de Desarrollo BID, las remesas representaron en Colombia el 3% del Producto Interno Bruto en 2023. Sabemos que en el Quindío y en el Eje Cafetero hay una gran concentración de estas remesas. La “Economía Plateada” también podría complementar el importante impulso económico y social generado por las remesas.
Para quienes llegamos ya a la etapa de “ver el más allá más acá” será muy valioso contribuir activamente en la estructuración y desarrollo de esa “Economía Plateada” en el Quindío. (¡No se sonría! Estadísticamente, si en Colombia la esperanza de vida está en 77 años, quienes hemos superado los 39 años ya podemos decir que estamos en esa situación)
¡Reflexionar racionalmente es el primer paso para actuar acertadamente!
*Rector Universidad del Rosario (2002-2014), Embajador de Colombia en Alemania (2018-2022)
