Gilberto Zaraza Arcila
Avanza el proceso electoral en la nación más poderosa del planeta, donde impera la democracia y el sistema político bipartidista. El partido demócrata de derecha considerado “liberal” y el republicano conservador que representa la ultraderecha. Existen otros partidos minoritarios como el verde que casi siempre apoya al candidato demócrata y el libertario que respalda al candidato republicano. Aunque en sus estatutos tienen diferencias ideológicas, en la prácticason lo mismo, guerreristas, colonialistas, imperialistas, discriminadores y antiinmigrantes.
Hace varios meses realizaron las elecciones primarias para escoger los delegados a las convenciones nacionales. La republicana celebrada en julio eligió a Donald Trump como su candidato presidencial y este a su vez anunció al senador James. D. Vance como su fórmula vicepresidencial, a pesar que éste con anterioridad lo había calificado de idiota, reprobable y comparado con Hitler. En la actualidad se realiza la convención demócrata que elegirá a Kamala Harris como su candidata y esta oficializará al gobernador de Minnesota Tim Walz como vicepresidente.
En Estados Unidos todas las elecciones son uninominales, un solo candidato por partido por cada circunscripción electoral en cada Estado. Las votaciones generales que se realizarán el 5 de noviembre no eligen directamente al presidente y vicepresidente, sino a los electores que conforman el colegio electoral compuesto por 538 electores, que es quien lo elije. Cada Estado tiene tantos electores como miembros en el Congreso de la Republica. Se requieren 270 votos del Colegio electoral para elegir al presidente, que asumirá el poder el 20 de enero de 2025, por un periodo de 4 años, con derecho a la reelección por una sola vez.
Gracias a la renuncia del presidente Biden a ser reelegido, Trump perdió la oportunidad de una segura reelección. Ahora, la disputa está más pareja, entre Trump y Kamala Harris. Sin embargo, el imperio norteamericano es machista, racista y excluyente con los inmigrantes y será difícil que elijan por primera vez a una mujer. Kamala es una mujer afrodescendiente e hija de inmigrantes, por lo que no la tiene nada fácil, más aún cuando estuvo presente en las reuniones donde el gobierno y el congreso recibieron, aplaudieron y agasajaron al terrorista y genocida Benjamín Netanyahu, que solo hace lo que Estados Unidos le permita.
Su rival es un multimillonario octogenario con demasiadas debilidades, es racista, xenófobo, misógino, mitómano, populista y arrogante. Es el primer presidente sometido a juicio y ser condenado. Tiene 4 juicios más por decenas de delitos. Entre ellos el de convocar a sus partidarios a protestar en las calles, desconocer los resultados electorales y tomarse el Congreso con saldo de varios muertos y heridos.
Como mandatario, minimizó la pandemia que causó millones de muertos. Retiró a Estados Unidos de losacuerdos de cambio climático, porque dice que no existe. Adelantó la construcción del muro en la frontera con México para impedir la entrada de inmigrantes, porque los considera delincuentes.
Trató de impedir la publicación del libro “La habitación donde ocurrió” de John Bolton, que fue su asesor de seguridad nacional, donde afirmó que fue un gobernanteerrático, dubitativo, inseguro y con un desconocimiento profundo de la política internacional. Que le pidió ayuda al presidente de China Xi Jimping para lograr su reelección. Que dijo que “invadir a Venezuela sería genial”. Que el país suramericano en realidad es parte de Estados Unidos. Quehizo lobby para detener investigaciones penales para favorecer a dictadores amigos como Yesip Erdogan de Turquía, etc.
Gane quien gane todo seguirá igual, ambos son fascistas, terroristas y genocidas, que tienen la pretensión de derrotar a Rusia y a China para dominar el mundo. Cualquiera de los dos seguirá apoyando la guerra en Ucrania, los ataques sionistas-estadounidenses al Líbano, Siria e Irán, las dictaduras en Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos y el imperdonable genocidio en Palestina.
Continuarán interviniendo en los asuntos internos de otros países. Invadiendo países y estableciendo bases militares. Imponiendo bloqueos y sanciones económicas, financieras y comerciales a los países que tengan un modelo político y económico diferente al capitalismo neoliberal. Impidiendo la integración latinoamericana. etc.