Roberto Estefan Chehab
Uno de los pilares de la resiliencia está en educarse para mantener el equilibrio y eso significa entender que cada espacio tiene su importancia la cual no debería alterarse cuando se atraviesa un distractor, muchas veces en forma de crisis. Planteo que hay unas franjas en el existir de las personas, las cuales se componen de la vida espiritual – que incluye la lectura, la música, el arte, la reflexión, la introspección; la familia – que incluye a la pareja -, la actividad laboral, la salud, la actividad física y la vida intelectual – que incluye el estudio de una profesión, la capacitación en un oficio, la investigación -; también la vida social e interacción comunitaria. Si le damos un peso o valor a cada uno de esos espacios, entendiendo que el equilibrio de la persona depende de la armonía entre todos los ítems,seguramente se atravesara por las vicisitudes sin perder el norte. Para ello es menester hacer una autoevaluación concienzuda de los intereses, las prioridades y las consecuencias de las decisiones. Generalmente uno de esos espacios podría tomar más peso cuando algo este fallando en otros, por ejemplo, se le puede dar mas energía a la vida espiritual cuando se atraviesa por una crisis laboral de tal manera que el bagaje que ya se trae en ese aspecto puede soportar el impase. Lo mismo diríamos de cualquier otro desajuste en ese proceso de vida. Aquí lo importante es trabajar desde muy temprano la autoestima que con frecuencia se lesiona al pasar por un momento difícil. Entre mas solida sea la formación del yo, más soportables serán los remesones inevitables. “Nada es para siempre” y alcomprender que todo está en movimiento constante, nadaserá una amenaza o un fracaso sino un reto y una oportunidad permanentes. En este punto hay un considerando muy importante: nada debe sobrecargarse intentado resolver lo que está en crisis pues ahí se complica el equilibrio. La persona que sobrecarga el espacio de su religión, por ejemplo, se arriesga al fanatismo y entonces le quitará energía y tiempo a la familia, el trabajo y lo demás con el riesgo de generar una nueva crisis en esos terrenos y entonces se multiplicará el conflicto y obvio, se desencadenará una turbulencia que puede conducir a un desequilibrio total. Lo mismo se puede plantear en cualquiera de los elementos. ¿Cuándo el dinero o el negocio se toman mas peso que puede pasar? Pues que la autoestima se centra en resultados económicos y se desencaja la visión del todo, por una parte. ¿Y si es la pareja lo que adquiere más relevancia? Pues igual el riesgo es hacia un apego insano que limita libertades y confianza lo cual se devuelve en contra de la estabilidad de ambos… ese mismo ejercicio se puede hacer con cualquier elemento que conforma la manera de caminar en la vida. Nunca le entregue todo a una parte del sistema. Las crisis pasan y ojalá al resolverse no queden secuelas por haber descuidado el equilibrio. [email protected]