Entre una neblina densa y condensada típica de las calles de Richmond,
al sur oeste de Londres y en el silencio fantasmal de las 5 de la mañana, se ven dos trabajadores de chaleco reflectivo subir en una grúa para trabajar en una pared.
Lo que llama la atención es que, en esa pared, horas después, aparece un grafiti de una cabra haciendo equilibrio que lleva la firma de Banksy, el misterioso artista urbano del que nunca se ha conocido su identidad.
Un día después de la cabra apareció otra obra de Banksy que consiste en dos elefantes asomando la cabeza y mirándose de frente por unas ventanas de un edificio del barrio londinense de Chelsea.
Lo curioso de todo esto es que una cámara de seguridad fotografió a los supuestos trabajadores y aunque ninguno tiene aerosoles en sus manos, se especula que uno de ellos es Banksy, dicen que el artista es el que porta tapabocas porque así cuidaría su identidad.