Por Francisco A. Cifuentes S.
“Y el hedor a sangre humana me sonríe alegrando mi corazón…” (Las Euménides. Esquilo)
ANTE LA LOCURA DE LA GUERRA, LA LOCURA DE LA POESÍA
“… la poesía ha sido militancia en la construcción del paraíso, aunque absolutamente todas las evidencias que tenemos a mano nos indiquen que ese
propósito es una locura”
(op.cit. p.301)
“La tarea no era escribir poesía ni pintar cuadros, la tarea era hacer de la vida misma una obra de arte y los restos triturados de esa tarea cubren el mundo como si fueran escombros de una batalla cósmica que se ha perdido.”
(op.cit. p.2G5)
Los cantos de la Odisea y la Ilíada, el paraíso de la Divina Comedia, el delirio de Bolívar sobre el Chimborazo, el cantarse a sí mismo de Whitman, las deformaciones estéticas de Picasso en su Guernica, todos los caprichos de Goya, la Elegía a Desquite de Gonzalo Arango, la Danza Macabra Camille Saint Saens, los Cuadernos de la Cárcel de Gramsci, El Elogio de la Locura de Erasmo, la Historia de la Locura de Foucault, los estragos de los caucheros de una Vorágine resucitada y un sin número de versos, prosas, reflexiones y dibujos que nos siguen sosteniendo como estandarte de locos ante la demencia de la guerra y el improperio de la vida cotidiana.
Muchos han dicho que para que poetas en la República de Platón o que después de Auschwitz, Viet Nam, el Estallido Social, el COVID, Ucrania o Gaza no se puede seguir escribiendo poesía, o por lo menos igual que antes. Sin embargo, siguen las publicaciones, continúan los lectores, Medellín arde en su Festival Internacional de Poesía, las librerías sobre viven, todos los días hay seguidores en los portales y páginas de poetas y revistas, una niña sigue vendiendo rosas y existe una virgen hasta para los sicarios, Quevedo sigue gustando y cada año se celebra el Día del Idioma así sea para leer trozos y anécdotas de Don Quijote y mi adorado Sancho Panza y el Monólogo de Hamlet.
En la pandemia del COVID 19, se revivió el Decamerón de Bocaccio, los Cuentos de Canterbury de Geoffrey Chaucer, el famoso pasaje de Las Guerras del Peloponeso donde se describe la peste, La Peste de Camus, el Diario del Año de la Peste de Daniel Defoe, El Ensayo Sobre la Ceguera de Saramago y muchos cuentos y anécdotas de misterio mientras las familias soportaban un raro encierro decretado desde lo más alto de los poderes políticos, económicos y sanitarios que hicieron realidad todas las reflexiones filosóficas sobre la biopolítica.
DETERMINISMOS Y FALACIAS
“… una historia que pareciera ser dictada por la presencia de ese dios deforme
que, de existir, lo único que mostraría es que la verdad es la mentira más peligrosa
porque se mata y se muere por ella.”
(op.cit. p.28G)
Todo está escrito o todo estaba ya escrito o el que no escribe es porque ya está escrito. Existe el determinismo histórico y religioso, la teleología filosófica y teológica es verdadera. Dios es todopoderoso, omnipresente y eterno, los dioses siempre nos han acompañado, hay un dios para cada pueblo y circunstancia, cada bandera es una verdad, cada relato es cierto. En las Cruzadas la verdad y la razón la tenían los caballeros cristianos igual que los obispos en la Inquisición, la Edad Media no fue oscura sino llena de luz, la verdad la ostentaban Hitler, Stalin, Churchill, Roosevelt o Mussolini, Mintió Busch o Husein, vale más la seriedad de Putin o la comicidad de Zelensqui. Nadie, por fuera de un partido, estado o capilla podrá afirmarlo con certeza.
Ya es un dicho, que en la guerra la primera víctima es la verdad y que cada nueva filosofía es un esfuerzo especulativo por fundamentar ciertos actos y validarlos o someterlos a falsación; que la historia de la ciencia y el pensamiento se desarrolla de paradigma en paradigma; pero que cada cuanto se presentan revoluciones científicas, cortes epistemológicos, giros lingüísticos y giros conceptuales. Es decir, con cada dato y cada nuevo jugador, hay que volver a barajar las cartas de la historia, la política, la ciencia y el pensamiento. Existe el progreso, hay una verdadera acumulación en tesis y artes, es
válido el relativismo ontológico y metodológico. Tampoco lo sabemos, mañana habrá nuevamente clase y la tarea está pendiente.