Liliana Valencia Arias es agricultora, campesina, emprendedora y una de las beneficiarias del Proyecto Piloto de Innovación Transformativa Territorio Pijao (territorio que ocupaban los indios Pijaos), coordinado desde el 2019 por la Oficina de Innovación de la Vicerrectoría de Extensión y Desarrollo Social de la Universidad del Quindío.
Liliana ha trabajado como jornalera, vendedora de ropa, ha emprendido con productos de yogurt y arequipe. Una vez sus hijos se independizaron, decidió seguir su sueño: crear un espacio para cultivos orgánicos. Lleva seis años construyendo un espacio en la finca Los Olivos –herencia familiar– para trabajar la tierra, cultivar alimentos y cuidar a los otros. Allí ha recibido el acompañamiento desde el alma mater.
Motivada
“Siento que la vida me ha preparado para este momento, para esto que es tan importante para todos. Me siento motivada porque tengo como un propósito, una misión para seguir trabajando por un cambio de vida”, dijo. Liliana nació en Popayán, Cauca. Tiene 49 años y dos hijos: Stiven y Gisella. Dice que viene de una familia andariega porque desde que salió de su ciudad natal –a los 13 años– junto con sus padres y sus seis hermanos, han vivido en Risaralda, el Chocó y, desde hace más de dos décadas, viven en la vereda La Playa de Córdoba, Quindío.
“Desde que tengo conciencia, me ha llamado mucho la atención la agricultura orgánica. Si hago un repaso desde mis inicios, me doy cuenta de que ha sido una inquietud permanente. Yo pensaba: qué rico cultivar, pero de manera diferente, sin venenos porque no solamente matamos al animalito, sino que matamos la tierra y a nosotros mismos”, dijo.
Con el proyecto Territorio Pijao, desde la Uniquindío se buscó transformar la realidad de un territorio con las capacidades administrativas, académicas y de investigación. En el 2019, hubo lugar a un proceso de cocreación, periodo en el que identificaron necesidades de la comunidad a partir de diálogos con diferentes líderes y lideresas.
Soberanía
Estas acciones permitieron que los administrativos uniquindianos encontraran que el tema principal tenía que ver con la soberanía alimentaria, dado que la masificación de los monocultivos ha causado que se pierda la siembra de hortalizas y otros productos en la región. Fue así como se dieron a la tarea de instalar huertos orgánicos, sostenibles y rentables con familias de población rural. En esta línea, apuntaron a recuperar la siembra de alimentos para que los campesinos puedan suplir necesidades básicas, comercializar e intercambiar frutas y hortalizas.
En el marco del proyecto y con el apoyo técnico de la Fundación las Delicias, en el 2021, se inició la construcción de un invernadero de aproximadamente 70 metros cuadrados para cultivar distintas hortalizas y hierbas.
“Hemos aprendido cómo se organiza la tierra, cómo se hacen abonos orgánicos y también hicimos el invernadero. Aquí coseché brócoli, lechuga y berenjena, pero luego, se hizo notorio que se necesitaban plántulas en el territorio. Ahora tengo plántulas de cebolla de huevo y larga, puerro, cebollín, brócoli, acelga, lechuga, berenjena, albahaca… Tenemos una buena variedad para consumo, venta y trueque. Estoy abierta a todas las posibilidades que nos ofrece el universo. Esto revela que la unión es la fuerza. Con el apoyo y el trabajo colaborativo pudimos hacer realidad todo esto”, dijo.
En el mismo predio, Liliana construye su casa. A diario se levanta, entre cuatro y cinco de la mañana, para pasar las horas en el guadual, el río, el invernadero y la huerta, espacios en los que dice que no trabaja, sino que disfruta. “Yo hago lo que me gusta entonces puedo decir que ya no trabajo. Me encanta hacer senderos, es el camino para una nueva forma de vida a partir de antiguas prácticas”.
Huerta
Actualmente, desde la finca Los Olivos provee de plántulas a otros proyectos de la región. Además, formó una huerta en el exterior –en la que cultiva cebolla, zapotes, plátano, maíz, mafafa, cidra, maracuyá, apio, perejil, albahaca, entre otros– y un espacio para biopreparados y fertilizantes.
De este modo, el Proyecto Piloto de Innovación Transformativa Territorio Pijao ha mejorado la calidad de vida de Liliana Valencia. “He aprendido mucho. Se ha visto el apoyo desde la Universidad, se siente el acompañamiento y sobre todo, se ven los resultados. La Uniquindío está rompiendo fronteras y expandiéndose a otros niveles”, señaló.