Cuando en el Quindío los periodistas y los gremios creían que la investigación por el asesinato del periodista Ernesto Acero Cadena había precluido, la Fiscalía General de la Nación sorprendió en las últimas semanas al revivir las indagaciones sobre este crimen, siguiendo los parámetros de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos que ha dicho que este tipo de investigaciones por muertes violentas no prescriben, en este caso por la condición de periodista de Acero Cadena.
Un poco antes de la llegada de la nueva fiscal general Luz Adriana Camargo Garzón, el ente de investigación judicial decidió reabrir varios casos que no pueden prescribir por la condición misma de la persona muerta, y uno de ellos ha sido lo sucedido con el periodista quindiano Ernesto Acero Cadena. La investigación está asignada a la Fiscalía 42 de Derechos Humanos en Bogotá, cuyos investigadores estuvieron esta semana en el Quindío adelantando nuevas pesquisas, luego de releer el expediente que tiene más de una docena de cuadernos.
Los nuevos investigadores encontraron que muchos de los hallazgos anteriores no fueron tenidos en cuenta de forma profunda por parte de la Fiscalía y hay elementos nuevos que pueden llevar al esclarecimiento de este crimen. La captura, inicialmente, después del asesinato el 12 de diciembre de 1995, de dos hombres y su posterior liberación no está clara para los investigadores.
Un hombre fue captura el mismo día de los hechos, en la vaga del barrio Patio Bonito Bajo, luego de haber cruzado por el barrio Vélez con rumbo a la quebrada La Florida, después del asesinato de Acero en la carrera 12 entre calles 22 y 23. Este hombre les dijo a los policías que lo capturaron que él estaba detrás del asesino y se ofreció a seguirle la pista por esta zona boscosa. Los policías le creyeron, sin embargo, lo llevaron preso. Este mismo sujeto dijo que conocía al sicario y dio un nombre de una persona, que fue retenida días más tarde.
Después de las indagaciones, los investigadores de la Fiscalía se dieron cuenta que el señalado sicario no tuvo nada que ver con el asesinato. Y al aprehendido el día de los hechos lo dejaron libre por falta de pruebas. Sin embargo, hoy existen muchos cuestionamientos. Por ejemplo, al momento de ser capturado, el primer hombre, dio una identidad falsa. Además, no se explican los nuevos investigadores cómo la Policía creyó que aquel sabía el nombre del supuesto sicario.
En la nueva investigación, se asocia también la muerte y/o desaparición de cinco personas, un par de años antes, que laboraban juntas en una finca en la vía al aeropuerto El Edén de Armenia. Por el momento, los miembros del CTI que adelantan las nuevas pesquisas han realizado en el Quindío entrevistas a una decena de personas, en busca de nuevas pruebas que esclarezcan el asesinato del periodista, ocurrido hace 29 años.

En la foto: Rubiela Tapazco, Ernesto Acero, Luis Carlos Ramírez, Alba Lucía León y Miguel Ángel Rojas Arias, con la hermana Martínez, elegida por el CPQ Mujer del Año