Charlye Hincapié Tangarife*
El cerebro, nuestro procesador de información, el software que podemos actualizar, potencializar a nuestro antojo, pero muchos no lo sabemos y peor aún muchas veces lo hacemos de manera inconsciente pero negativa; estas son acciones que llevamos a cabo cuando tenemos esos pensamientos negativos automáticos, cuando nos decimos que no podemos, que no tenemos ciertas capacidades, o hasta incluso cuando decretamos que estanos estresados, ansiosos o deprimidos. Esta es la programación que le estamos dando a nuestro cerebro, de hecho, la “P” de programación, proviene de la ciencia del proceso de información, bajo la premisa de que la manera en que se almacena, se codifica y se transforma la experiencia es similar a como funciona el software de un computador, suprimiendo, actualizando o instalando nuestro software mental cambiando la manera de pensar, y como resultado la manera de comportarnos.
Y así es entonces donde entra la “N” de Neuro, que por supuesto hace alusión a la manera en que procesamos esa información que nos llega a través de los sentidos al cerebro y al sistema nervioso, información que además tiene que ser reforzada por una parte supremamente vital y es el lenguaje, allí tenemos entonces a la “L”, pero no solo hablamos de la palabra, sino de todo ese sistema de símbolos, gestos y posturas, que también son codificados y organizados para atribuir significados a nuestras representaciones internas de como vemos y sentimos el mundo, y que luego va a ser lo que lleve a movilizarnos en él y comunicarnos tanto internamente, es decir con nosotros mismos como con los demás.
La manera como la PNL se estructura en nuestro cerebro, es que cuando experimentamos el mundo a través de nuestros cinco sentidos, recibimos mucha información consciente e inconsciente y eliminamos aquello que no es interesante para nosotros. Filtramos la información restante basándonos en nuestras experiencias, valores y creencias pasadas, con lo que terminamos con la información incompleta e inexacta ya que parte de la información ha sido eliminada y el resto ha sido generalizado o distorsionado. Es ahí donde la información filtrada forma nuestro mapa interno que está hecho a base de imágenes, sonidos, sensaciones, gustos y olores, ese mapa interno moldea nuestra manera de ser la cual nos lleva a la forma de comportamos.
El lingüista Noam Chomsky, quien desarrolló la gramática transformacional, había mostrado que nuestro mapa siempre será una versión incompleta e inexacta de lo que hay en el mundo, debido a este proceso de distorsión, eliminación y generalización que tiene lugar cuando la información circula a través de nuestros canales neurológicos y lingüísticos, es por esto que cuando las personas tienen problemas es porque confunden el mapa interno que han creado en su cerebro de su propio mundo, pero a medida que su mapa se va haciendo más complejo van haciéndose preguntas de como podría ser diferente, es allí donde desarrollamos más opciones y encontramos más fácil lo que queremos conseguir. Pero a medida que la PNL se ha ido conociendo mejor, las áreas en las que se ha aplicado se han ampliado mucho más allá del ámbito de la terapia psicológica.
El mundo de los negocios, ha tomado este concepto y este proceso de la PNL con tanta fuerza, que ahora forma parte importante de muchos cursos de formación de empresas, gracias a su enfoque practico de poner en acción lo que es útil, además le puede permitir a persona y hasta a un equipo de trabajo, conseguir un óptimo rendimiento en áreas tan diversas como la dirección, las ventas, la comunicación, y hasta el desarrollo de nuevos productos y en el entretenimiento. Ya que los principios de la PNL, pueden beneficiar virtualmente cualquier área de la empresa, ahora se usa en muchas otras áreas como la educación, la salud y el deporte.
*Psicóloga Operador Terapeuta en Drogodependiencias y Adicciones
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