La nota de Jota

30 noviembre 2017 5:03 am

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Algo que siempre me ha llamado la atención en el movimiento de los peces en el mar, es la impresionante velocidad con la que giran cuando están en un grupo, volteando hacia un costado o hacía atrás así uno observe que viajan con mucho impulso. No sabría yo calcular su velocidad de viaje y su velocidad de giro.

A ese conjunto de peces, llamado banco de peces también se le denomina cardumen, que es un conjunto de peces similares, generalmente de la misma especie nadando en una alta sincronización y de manera polarizada, según dice Wikipedia.

Dice además Wikipedia que es un comportamiento de agregación de animales de similar tamaño y de orientación, generalmente cruzándose en la misma dirección. Estas conductas les traen beneficios, incluyendo la defensa contra predadores (mejorando su detección y diluyendo la posibilidad de captura), perfecciona el éxito de depredación y mejora la manera de encontrar compañeros.

Un rasgo de un cardumen es la fuerte semejanza entre sus miembros. Los peces usan muchas triquiñuelas para elegir compañeros de cardumen: tamaño del cardumen, tipo de especies, tamaño corporal, salud de los miembros del cardumen y afinidad o parentesco.

Los peces a menudo eligen estar en un cardumen que consiste en individuos similares en su apariencia; el "efecto de pares" posibilita que cualquier miembro del cardumen coincidente en semejanza no será preferido como blanco de los predadores. Este efecto "de pares" finalmente consigue homogeneizar cardúmenes.

Si miramos aun desprevenidamente, nos damos cuenta que así funcionan las masas políticas en Colombia, pues todos los días y a todas horas se forman cardúmenes de diferentes especies que viajan a velocidades grandes apoyando a un candidato, que al menor descuido, provocará el giro de ese cardumen en búsqueda de otro no líder sino alguien que les lidere en ese nuevo momento. Y para citar dos ejemplos no más de cardúmenes políticos buscando quien les lidere, citamos el caso de Claudia Rodríguez de Castellanos de iglesias cristianas, y el otro ejemplo es Viviane Morales Hoyos, exfiscal general de la Nación, abogada constitucionalista, docente universitaria con una férrea formación ética, también de iglesias cristianas.

La abogada Claudia Rodríguez, de la iglesia carismática internacional, tenía su propio cardumen en el partido de Álvaro Uribe y acaba de girar, velozmente. Con su colega de oficio Viviane Morales, podrían crear, entre las dos, posiblemente la más grande congregación o cardumen de cristianos, dispuestos a seguir una persona que les lidere el camino de la presidencia, o por ahora de la vicepresidencia de Viviana Morales, pues entre las dos, la de mayor formación, inteligencia y capacidad intelectual y política es la exfiscal Morales. Recordemos que terminando el año 2016, hace apenas un año, Viviane recogió más de 2 millones de firmas en Colombia para presentarle al congreso de la República un referendo limitando la adopción de menores de edad, y aunque ese referendo no fue aprobado en las cámaras, si sacudió las fuerzas políticas porque se dieron cuenta de su capacidad de convocatoria.

Nos dicen las noticias que el movimiento de Ricardo Arias Moras, quindiano, podría sumar sus amigos y adeptos a estos cardúmenes de cristianos, listos para convocar la gran cruzada por la ética y moral colombianas.

Algunos ponen a Claudia de Castellanos y seguidores votando en el movimiento de Vargas Lleras. Otros ponen a Viviane Morales como candidata a la vicepresidencia de Vargas Lleras presidente, y otros ponen a Ricardo Arias Mora a dirigir un movimiento en el que, si los milagros existen, los cardúmenes de Claudia y Viviane girarán hacia él. Y ahí sí, los partidos llamados tradicionales, tendrán que hacer muchas cuentas. Y mientras tanto, volvemos al comienzo del cristianismo, cuando estos se identificaban cargando o mostrando o dibujándose un pez, símbolo de la fuerza de Cristo cuando multiplicó los peces. Hoy, dos mil años después, el ejemplo es el de la multiplicación de los cristianos (cardúmenes de cristianos) que siguen buscando quien los lidere. Y parece que están encontrando. Si esto salva al país y a la política colombiana, entonces que Cristo les ayude y les dé la bendición y la sabiduría para gobernar. Si son buenos para sumar, también seguramente son buenos para gobernar. El símbolo del pez que vemos en muchas partes fue un símbolo que los cristianos utilizaron hace dos mil años para identificarse como tales, símbolo que dice “con Jesús el salvador, todas las cosas son posibles”.

 

ADENDA: ¿Qué o quién impide, que calladamente los cristianos se tomen ahora y muy por las buenas, la presidencia??

 

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