Los seres humanos tenemos la costumbre de echarle la culpa de todas nuestras desgracias a los demás y a todo lo demás, menos a uno mismo. Y eso tiene una razón de ser; el ser humano cuando quiere o piensa hacer algo, tiene la convicción que está haciendo lo correcto para alcanzar esa meta, por lo tanto, no admite equivocaciones porque cree hacerlo bien. Por eso la culpa no es nuestra.
Pero el que generalmente si paga todas las consecuencias negativas es el año que va a terminar. Por ejemplo, este 2017 si fue fatal, es el peor año de mi vida dirían los frustrados, francamente este año si se perdió, que patada y etcétera y etcétera. No más 365 días atrás, pensábamos todos en medio de las campanas, voladores, comida y vino, abrazos y mejores deseos que el 2017 iba a ser una maravilla. “Este año si, espere y verá” le dijimos al 2017 el primer día a sus primeras horas, y hoy qué hay para decirle al pobre moribundo 2017?. Pocas cosas buenas se dirán cuando esté apagando su vida.
Bueno, a la hora de mirar, veamos:
.- El deportes Quindío no figuró en la fiesta de la final del campeonato de la segunda división; nos volvimos a quedar esperando unas satisfacciones más representativas, pero no, eso según Hernando Ángel, no se lo merecen los quindianos.
.- Este año en el campeonato nacional de belleza en Cartagena, tampoco tuvimos reina entre las últimas 25 finalistas. Eso se explica porque el comité que selecciona quiere simplemente participar y no ganar. Si fuera para ganar se podría enviar una niña bonita. El cuento de que hay que gastarse mucha plata en publicidad es paja. He visto en Cartagena reinas que apenas se bajan del avión, las señalan favoritas.
.- El desempleo ha sido tan fuerte en los últimos tiempos, que a nadie le preocupa. La falta de oportunidades de trabajo son muchísimas y las pocas plazas laborales se las están entregando a unos pocos declarados amigos del gobernante que a grandes salarios elimina la posibilidad laboral de los educados de acá y de por acá. El desempleo sigue aumentando porque los gobernantes piensan que como a nadie importa, pues ellos no serán juzgados por eso. Paja. Los gobernantes están allí para dirigir todos los aspectos del departamento, que afortunadamente para ellos es pequeño. En el desempleo avanzamos bastante. El gobernante puede sentirse satisfecho por eso.
.- Perdimos el año con un gobernador con escasa estructura administrativa y escasísima gestión pública gubernamental, con una rabiecita permanente porque poco o nada se le idolatra, dando como resultado un departamento calificado como bajísimo en competitividad, bajísimo en ofertas y proyectos nacionales. En eso también puede estar contento el gobernador, su ineficacia es alta.
.- Los narcóticos y la desnutrición infantil siguen siendo los dueños de los peores avisos en el departamento pero de las mejores estadísticas. El gobierno departamental debe triplicar los esfuerzos para erradicarlos de todos los estratos sociales; no solamente combatirlo en las fundaciones que aquí dicen dedicarse a eso.
.- Y por último, también el 2017 perdió el año con los boletines de prensa. Llenos de miles de letras y mensajes se han ido a parar al infinito esperando que sean verdades lo que allí se dice, miles de horas de vuelo inoficiosas, miles de horas de reuniones inoficiosas, miles de horas de normas inoficiosas son el conteo cada vez más regresivo de noticias que finalmente en diciembre de 2019 no serán el reflejo de todo lo escrito.
Por eso, a la hora de los balances de quienes tienen la obligación de velar por el bienestar de los quindianos, tenemos que mirar si efectivamente velaron por ese bienestar o simplemente les preocupó mas ser lo mismo que cualquier tipo de dirigentes que se creen importantes solo porque alcanzaron un número de votos que les permitió llegar al poder.
Un gobernante es importante cuando trabaja, gestiona, cumple con una rabiecita permanente porque poco o nada se le idolatra, y le duele.
De resto, también perdió el año.
ADENDA: Los regalos de navidad para los niños pobres y los buñuelos seguirán siendo parte de los grandes programas de gobierno. Y dirán que esa fue su gran obra. Y eso si lo creemos.