La nota de Jota

7 febrero 2018 8:53 pm
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Con la iniciación de las campañas políticas, en esta ocasión para Cámara de Representantes y Senado y para la presidencia de la República, también se iniciaron las campañas en favor y en contra, y para decirlo claramente, mucho de lo que se diga de ellas serán verdades y muchas de ellas serán mentiras.

Nunca se miente tanto como en el amor, en la guerra y en la política, y no tengo ningún afán de acordarme quien lo dijo.

Miremos los temas: “Que Sandra Paola Hurtado prácticamente está condenada, de esta no se salva ni la salva nadie, que mire que el procurador también dijo lo mismo y que el fiscal ya metió la mano también para condenarla”.

“Que ella no puede hacer campaña política a la Cámara porque está inhabilitada y que ya fue sancionada”.

“No, lo que pasa es que el procurador la está persiguiendo políticamente para que ella no aspire porque el procurador es liberal y ella es de Cambio Radical”.

Ni lo uno, ni lo otro.

Ella ha sido informada por la Procuraduría que se le ha iniciado un proceso de responsabilidad disciplinaria ante la Procuraduría y que revisados los hechos, hacen pensar que se equivocó en materia de transparencia en la formalización de los contratos. Por lo tanto los temas son de forma, que no podía pretermitir, pero que están siendo investigados para saber si en este caso hay corrupción. Este mismo procedimiento se señaló para cuatro personas más.

Si bien es cierto el proceso en la procuraduría sigue su marcha, esto no le impide presentarse hoy como candidata al congreso, dado que la inhabilidad se configura con un nuevo fallo, llamado segunda instancia, que ese sí le quitaría la aspiración en forma inmediata.

Los otros dicen que es que Luz Piedad Valencia también tiene los mismos problemas y un mundo de etcéteras mentirosas. No es cierto. Luz Piedad Valencia no ha sido condenada ni en primera ni en segunda instancia. Le avanzan unas investigaciones que se han hecho públicas, pero no hay nadie en este departamento que pueda decir que ha sido condenada.

Entonces no es ni lo uno, ni lo otro. No molesten tanto a las distinguidas señoras dedicadas a la política y dejemos que sean las instancias legales correspondientes las que resuelvan esos temas.

Otro caso parecido es el de Álvaro Uribe Vélez. No se conoce de él un juzgamiento de una autoridad judicial competente que lo haya declarado culpable por acción o por omisión de algunas conductas punibles que llegan todos los días por las redes y correos y teléfonos y etc, etcétera. También les recuerdo que no ha sido condenado y él tampoco ha aceptado alguna culpa.

Muy distinto es el caso de Timochenko. Don Rodrigo se ha declarado culpable junto con el grupo Farc de haber cometido delitos, delitos que finalmente le van a ser resueltos por la Justicia penal especial para estos casos, en el marco de un proceso de acuerdos de paz. Al admitir los delitos, don Timochenko se ha confesado y manifestado delincuente y como delincuente fue tratado en su recorrido por las calles de Armenia y de Quimbaya. Le falta la condena de esa justicia especial y por lo tanto, aunque ya nos contó que es un delincuente y de los más bravos, finalmente no ha sido condenado.

Quise hoy escribirles de estos temas porque infortunadamente el país se polarizó. Ya no se puede defender una causa, porque no falta el gritón y mal informado a decir que el contrario no tiene razón.

No hay porqué discutir lo que no debemos discutir. “Qué es que el juez va a fallar así o de otra manera”, “que es que ……” o que es que……”.

No más paja y menos de los que están tan mal informados que por eso producen comunicados o mensajes que no tienen ningún respaldo jurídico.

Cuántas personas pregunto yo, han sido juzgadas en Armenia y en el Quindío de esta misma manera….????.

Aquí hemos tenido condenados sin haber sido llamados a juicio, condenados sin haberse abierto el proceso, condenados sin delitos en el código penal y condenados sin haber superado las garantías que ofrece el sistema judicial colombiano.

Por lo menos yo advierto, que cada vez que lea una cosa de esas sin haber terminado esos procesos, estaré autorizado para decir la falta de conocimientos de quien presume que por su solas palabras, el aparato judicial se tenderá a sus pies.

 

 

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