La nota de Jota

14 marzo 2018 10:30 pm

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Presentados los resultados electorales el domingo pasado y resueltas las encuestas de los astrólogos, pitonisos, pulgas, harolds, servilletas y periodistas y “analistas” políticos, ya solamente quedan los hechos y por cierto muy evidentes.

Dicen que Luz Piedad pese a tener una votación muy grande, perdió en su propia tierra Armenia perdiendo inclusive con Ánuar y Luciano. Dicen los que entienden de estos temas que la “gente de Armenia la desvalorizó” cobrando la deuda de la valorización. Y los votos que sacó el rival que le montaron, Bedoya de Antioquia, fueron precisamente los que necesitaba Luz Piedad. Lamento mucho el tema, pues el Quindío realmente necesita senadores, ya que hemos visto que los representantes a la Cámara poco le aportan al departamento, o muy poco.

También dicen que Sandra Paola perdió por muchos más motivos que Luz Piedad. Y en todas partes le montaron la bulla de la sanción de la Procuraduría mintiéndole a la gente con que “ella no puede ser congresista porque está sancionada”, lo cual no es cierto, pues la sanción realmente opera cuando sea confirmada en segunda instancia. Sandra Paola tenía la esperanza que le fuera revocada o levantada o que por lo menos no fuera destituida sino suspendida. Y eso todavía no ha sucedido, por lo tanto tenía la expectativa de ser elegida. Y por ahí le dieron garrote algunos candidatos. Personalmente me hubiese gustado verla en el Senado donde creo que ella tiene fortaleza y expresión, pero creyó más fácil su camino a la Cámara, creyendo también el respaldo amoroso y cariñoso de su pueblo. Dicen que la gente le cobró la bulla que le hicieron desde que terminó la gobernación. Tengo que decir que el domingo pasado no vi por ninguna parte del departamento el montonón de carros, camisetas, electoreros que siempre la acompañaban el día de las elecciones. Tampoco, dicen, hubo en su movimiento quien pagara los servicios prestados en las urnas y fuera de ellas. Y ese, pudo haber sido otro punto negativo para su resultado negativo.

Jhon Édgar Pérez, a quien Sandra Paola ubicó allí por si ella llegaba a perder la curul y necesitando de un respirador constante, fue el tercero en la lista de Cámara de Cambio Radical y sacó 2.800 votos, que mucho le hubieran servido a ella para ganarle a su pariente Atilano. Pero no deja de sorprender la votación de Sandra Paola, 15.473, ella acostumbrada a contar hasta 80 mil.

En cuanto a Libardo Taborda, su votación fue igual a la que generalmente registra o lleva a sus procesos electorales y que le termina yendo mal o bien dependiendo del partido donde esté. Dicen que a Libardo le cobraron su paso por la Cámara de representantes, y aunque el tema es viejo pues eso hace más de cuatro años, en política la gente espera y espera y espera para poder cobrar en las urnas lo que no pudieron cobrar en efectivo o en contratos. Y como dice la canción de Juan Gabriel “así fue”. Vale la pena decir que se sacrificó en el Centro Democrático saliéndose de la “U”, pues en todas partes le reclamaban que no era del Centro Democrático. Y eso no lo pudo superar. Eso sí, es buen amigo del expresidente Uribe.

Fabio Olmedo fue otro peón de brega, al que también le reclamaron por no ser del Centro Democrático, pero vale decir, peleó con honor. Fue de los tres candidatos a la cámara del CD el que con mayor dignidad llevó los colores de ese partido.

A Ánuar Oyola le cobraron dos cosas; una, haber llegado demasiado tarde a la confirmación de su proyecto. Vino, se fue, volvió, se fue y cuando confirmó, ya muchos le habían tomado a los que consiguen los votos. Lo otro que le cobraron fue no tener residencia propia aquí, lo que le sacaron los rivales en casi todas las reuniones. “Ánuar se va a hacer elegir y se va, pues él no vive aquí” y eso parece que vendió y bastante. Por esa razón perdió ese chance.

Hay muchas cosas más para comentar de lo que acaba de pasar pero esas cosas las comentaremos en estos cuatro años que faltan para las próximas elecciones al Congreso de la República.

 

 

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