Desentrañismos

25 febrero 2018 2:52 pm
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Si, aunque sea por un instante, apreciamos el milagro de la vida, podremos llegar a sentir que hemos sido discípulos fugaces de la felicidad.

La invención es una conquista, no de lo creado, sino del hombre a través de lo creado.

Hay que guardar disciplina ante el silencio, y ésta solo se logra desde la profundidad de la sabiduría.

El ego es el subterráneo donde el hombre recluye su amor universal.

Don Quijote se llama Sancho Panza en el libro de nuestro diario vivir.

Trato de ser compasivo cuando busco un sinónimo de idiota y resulta que siempre se queda uno abrumado ante el mismo idiota.

Un pequeño vaso inundado de olas: nuestros problemas.

La vida es un fantasma postergado.

Si la felicidad se pudiera convertir en algo concreto, cada quien sería el primero en anticiparse para destruir dicha conclusión dentro de sí mismo.

Bajo el níquel de la sabiduría soy herrumbre de la ignorancia.

Cuando no tenemos el talento del autoanálisis, nos formamos siempre una mala opinión de los demás.

detalles son una muestra de pertenecer a la raza del buen entendimiento, la que aún es sensible al amor.

tesis, sin necesidad de ser demostrada, desconfía del perro obediente con el hombre que lo domestica para ser sanguinario. Así debemos de sospechar de nosotros mismos, cuando escuchamos la voz insensible del mal.

El feminismo quiere domesticar al hombre a imagen y semejanza del machismo.

El ganador de una lotería es un inspirado de la suerte, leí en la filosofía de un pésimo escritor.

La mariposa que entra a la biblioteca se posa en un libro enigmático, donde se enseña a diseccionar mariposas en pleno vuelo.

Nueve bombillos negros posan sus alas abiertas sobre el guayacán florecido.

El cuchillo manchado de sangre, hermoso como crisantemos que centellea el rocío.

En el mango podrido, resumiéndose la filosofía de la vida y el estiércol.

La sombra del árbol plantado en la avenida me impide ver la flor que llevo en mi mano.

La paloma de la paz comiendo maíz junto al hombre recién asesinado.

La analfabeta desmenuzando el destino del dos por dos igual a nada.

Miles de peatones protestan por la luciérnaga que cruza las tinieblas sin luz alguna.

No todo es ahogo en la vida del hombre preso: los barrotes dan paso al aire pródigo.

La hoja desciende como luminiscencia traviesa sobre la gota de agua.

El tres a la deriva en la página en blanco.

Mira la mañana con ojos de cuervo en el pico del canario, que trina terror luego de salir de su cautiverio.

La máxima velocidad del tiempo frenada por el palpitar del cangrejo.

desde el último asiento del bus, muge a las vacas que pastan junto a la carretera.
Para qué el último instante de la tarde trata de perpetuarse en la arista de este sol mortecino.

Carlos Alberto Agudelo Arcila

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