José, papá cornudo de Jesucristo, mientras se masturbaba debió sentir odio contra el espíritu santo.

Si aprendo la ley de la relatividad de memoria, mi memoria se torna en agujero negro que absorbe todo lo concerniente a la reflexión y por este accionar me convierto en un limitado, nada diferente a la superficialidad que peregrina la demagogia de la inteligencia.

Son tan cínicos los gobernantes que buscan ser respetados, en esta democracia escatológica llamada Colombia.

Verdad es antónimo de verdad, en nuestra “patria boba”.

En alfombras entrelazadas con ladridos se ven gatos desorientados, en busca del mundo persa.

En la existencia total está la verdad apócrifa de lo que es el misterio de la vida.

Sin explorar las neuronas es una pérdida de tiempo tratar de encontrar a Dios.

Estas siete palabras para decirme: guarda silencio.

El misántropo se amó, con la complicidad del ser humano, en el sueño.

Nadie saldrá triunfante de la encrucijada en que nos metió la fecundación.

Ahora después de muchos años, desnuda frente al espejo se mira esquelética, con análisis objetivo empieza a renegar de su poesía erótica, la cual consideraba vanguardista, recalada de perfecto subjetivismo, en toda su carnalidad.

La verdad absoluta concerniente al origen de la vida, se codifica en alguna esquina más allá del universo infinito.

La muerte cobra a la existencia deudas de tiempo, que solo se paga con muerte.

Estar en guardia con la palabra última que pronunciará el último hombre sobre la tierra.

Mi patria chica es el planeta tierra, provincia limítrofe con el país donde nací.

Evangelios canónicos interrelacionados con la falsedad absoluta.

El arrodillamiento, de ciertos medios informativos, relame suelas a los dueños del poder y le pone zapatos rotos a la imparcialidad de la información.

El sexo, lenguaje supremo del materialismo, rimbombante en toda su extensión, digno de nuestros sentidos más concupiscentes.

Tener el olfato capaz de rastrear el pensamiento del insobornable.

No titubeo al olvidarme de no sé qué.

Con música de violín despidieron el aleteo, que habitó el paraje de los desahuciados.

¿Qué tipo de esperanza tener ante un mundo con tufillo a salvajismo de estado?

Hay silencios ante los cuales debe sentir vergüenza la deshonestidad.

Jamás poseer el desacierto de presumir.

Mi ignorancia es polifacética, solo que de acuerdo a las circunstancias, modo y tiempo vuelan moscos alrededor de ella.

La caída de un meteorito, con la dimensión de la tierra, sobre la tierra, milagro digno de verse.

Sin pesimismo alguno la paz es una utopía, porque de por medio está la ambición del político.

El prejuicio es huella ridícula de la idiotez.

Se piensa en un futuro y se cae en la trampa de postergar el presente, hasta que el tiempo termina en despilfarro de un pasado.

Como higiene mental dejo que la respuesta sea otra pregunta sin respuesta alguna.

De forma inapelable tuve que ir a un colegio, a prestar servicio educativo forzoso y salí en ayunas de conocimiento real.

Me honro de nunca haber pagado servicio militar obligatorio, en esta democracia siniestra.

La historia ha sido un pastel que se viene repartiendo para uno solo: el politiquero.

Mientras halla seres humanos infelices, la humanidad solo tiene pasado latente, de cruel vivencia.

Una bala en acción es una “bomba atómica” contra la vida.

Sin rodeos, morir es morir, esencia sigilosa de la nada, en que termina la vida.

Supongamos que con una ecuación se puede demostrar la estolidez humana, sería más revelador no aprender a leer.

El dentista es un dios que nos vuelve rastreros a través del grito.

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