Por Carolina Piñeros Ospina*
—¿Cómo te sentiste hoy?
—¿Con quienes jugaste en el recreo?
—¿Qué dijo la profesora de la tarea?
Aunque obtengamos un escueto monosílabo de nuestros hijos como respuesta a nuestras preguntas, vale la pena insistir en mantener un diálogo con ellos.
Muchos hemos querido ver cómo transcurre un día escolar. Algunos cuidadores lo hacen y pueden ser un fastidio para los directivos, docentes y toda la comunidad. Pero es un deseo válido y comprensible. Red PaPaz ha insistido en que las instituciones educativas y los servicios de atención a la primera infancia definan unos espacios de participación para las familias con la intención de crear relaciones de confianza.
Las familias a su vez deben poner de su parte, interesarse en los asuntos de la escuela, acudir a las citas y reuniones y estar al tanto del día a día para hacer la labor de refuerzo en casa.
La relación estrecha entre familias y escuela es una garantía no solo de buenos resultados académicos, sino también de un desarrollo socio-emocional sano. Pensamos erróneamente que las familias que visitan el colegio y participan en sus actos son las de los alumnos que menos lo necesitan, pero el buen desempeño de los niños se debe con toda probabilidad a esa cercanía que han establecido con el centro educativo.
Hoy Colombia cuenta con un decreto que reconoce y se compromete a que las instituciones desde preescolar fortalezcan la Alianza Familias-Escuela. Este decreto, que es para el sector público y privado, incluye a profesores y madres, padres o tutores, y busca robustecer las capacidades de cuidado, crianza y protección de las familias y asegurar su participación en los procesos educativos, en el marco del principio de corresponsabilidad. Las herramientas para la implementación de la Alianza estarán alineadas en cada establecimiento educativo con su misión, visión, principios y valores planteados en el Proyecto Educativo Institucional, como resultado de su trabajo con las familias .
Esta puede ser una de las apuestas más importantes de la educación en el país. ¿Se imaginan cuando familias y escuela sepamos poner a niñas y niños en el centro del proceso educativo y prioricemos su desarrollo, formación integral y aprendizajes ? ¿Se imaginan cuando los estudiantes se sientan acompañados y solo escuchen palabras de respeto en casa para con el colegio y viceversa, cuando las familias seamos las veedoras de que en la escuela se brinde buena nutrición para el cuerpo y la mente?
Ya contamos con el decreto, un gran instrumento; ahora aboguemos por una juiciosa implementación.
*Directora ejecutiva de Red PaPaz