Por Felipe Villamil Ocampo*
Con el inició de año y el cambio de gobiernos locales, el país vive una gran incertidumbre en materia de seguridad. Dejamos un año electoral y hoy los gobernantes tienen el reto de construir nuevos planes de desarrollo enfocados a solucionar las grandes problemáticas que heredan las ciudades y aquejan a la población.
Los alcaldes y gobernadores se enfrentan a la necesidad de políticas locales para mejorar la convivencia ciudadana. En el país, el 87% de los ciudadanos considera que la percepción de seguridad ha empeorado en temas como hurtos, secuestros, extorsión, masacres y asesinatos a líderes sociales; según la última encuesta de Invamer realizada en diciembre del año 2023.
A pesar de los esfuerzos del gobierno nacional en el diseño de una política de seguridad, no se logró coordinar acciones estratégicas conjuntas con los gobernantes salientes que permitieran desarrollar una hoja de ruta para obtener resultados en el corto, mediano y largo plazo. Desde la presidencia se apuesta a la estrategia “Salvar vidas” como una herramienta para fortalecer la formación y capacitación de los uniformados. Con lo anterior, es importante la articulación con los mandatarios locales, donde se promueva la confianza y se fomenten acciones desde los territorios con resultados tangibles.
En el entorno regional, el gobernador del Quindío Juan Miguel Galvis en su primer consejo de seguridad hizo énfasis en la necesidad de trabajar articuladamente con los gobiernos locales y la necesidad de aumentar el pie de fuerza para tener una mejor cobertura en el territorio. También, el mandatario exigió resultados a la fuerza pública en la cordillera y en el municipio de Quimbaya, debido a la ola de hurtos y violencia que se vive en la actualidad.
A su vez, el alcalde de Armenia James Padilla presentó como programa bandero la seguridad en su plan de gobierno. Durante los primeros días, inició su agenda con un consejo de seguridad, intervenciones en diferentes puntos neurálgicos de la ciudad y le apuesta a la presencia de la fuerza pública, como una muestra de acciones tempranas para mejorar la tranquilidad en el entorno.
Teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente, hoy los 12 alcaldes y el gobierno departamental tienen que trabajar conjuntamente como primeras autoridades en el manejo del orden público, en gestionar recursos y plantear los Planes Integrales de Seguridad y Convivencia Ciudadana, PISCC, de acuerdo con el artículo 205 de la Ley 2197 de 2022, los cuales deben ser formulados dentro de los primeros seis meses después de su posesión.
Por lo tanto, desde mi opinión como ciudadano constructor de un mejor territorio, es importante destacar que los problemas de seguridad no solamente pueden ser resueltos por la fuerza pública y por ello, me permito plantear la necesidad de aplicar dos conceptos: el primero la seguridad multidimensional, que busca bajo un conjunto de elementos y acciones impactar varios frentes, por ejemplo invertir en temas como la iluminación para tener espacios confiables, parques dotados para el disfrute de todos, tecnología que permita avanzar en la toma de decisiones, rutas seguras en puntos estratégicos de la ciudad, capacitación a las autoridades, entre otros elementos que permitan tener un entorno para el aprovechamiento del tiempo libre y más seguro.
El segundo concepto es la seguridad ciudadana, como una articulación del estado con la comunidad y otras instituciones que le apuesten a promover una convivencia pacífica, la reducción de la violencia y delitos, así mismo; acciones conjuntas desde los barrios, las comunas, las veredas y una pedagogía constante que construya acciones entre todos e indique que el buen comportamiento empieza desde casa.
Adicionalmente, en lo local debemos tener presente el Fondo de Seguridad Territorial, FONSET, que va a permitir financiar diferentes iniciativas desde la aplicabilidad de la seguridad multidimensional y ciudadana, para fortalecer la protección en la ciudad y reducir las grandes brechas que tenemos.
Finalmente, la seguridad tiene que trabajarse articulada y constante, no de forma aislada y momentánea, este será el mayor reto de los gobiernos actuales en su inicio, donde los elementos planteados serán fundamentales; además, de la necesidad de gestionar recursos para hacerle frente a todas las problemáticas que año tras año venimos heredando de otros gobiernos y que dejaron grandes necesidades. Por consiguiente, debemos obtener recursos para financiar los planes, programas y proyectos que permitan materializar una mejor percepción de seguridad. Si tenemos una mejor seguridad, tendremos confianza en la inversión, un lugar atractivo para vivir, movilizarse de forma tranquila, desarrollo y una mejor calidad de vida.
@FelipeVillamilO
*Concejal de Armenia.