Por: Libardo García Gallego
Con frecuencia nos preguntamos ¿Para qué sirven estas entidades? Y nos responden: El Instituto Colombiano agropecuario es un ente de investigación nacional que busca innovaciones de los cultivos que tenemos en Colombia y la Corporación Regional del Quindío hace parte de las corporaciones autónomas que existen en el país para proteger los recursos naturales de todos los departamentos, es decir, en cada Depto. hay una.
Pero la verdad es que pululan las críticas sobre el trabajo de ambas. Soy apenas un referente de algunas de las que he escuchado.
Sobre el ICA se dice que ha causado más daños que beneficios a la agricultura del país. Claro sus investigaciones no tuvieron en cuenta la biodiversidad ni la protección de las especies vegetales nativas por estar orientadas desde una visión estrictamente economicista. Analizaron el cultivo del café arábigo y no les gustó que en los cafetales se sembraran otros cultivos, como fríjol, yuca, arracacha, y que hubiera tantos árboles frutales dándole sombra, ensayaron con la variedad caturra y concluyeron que con este nuevo cultivo se dispararía la producción de café; así fueron extendiéndose los monocultivos, una práctica nociva que desconoce la importancia de la interrelación entre los cultivos, cómo unos le aportan a los otros para superar algunas deficiencias y carencias vitales; con la errónea visión de la existencia de malezas, los azadones dejaron los suelos pelados, expuestos a la erosión. Resultado de esta equivocación apareció la roya y con ella los venenos, innecesarios con el arábigo; luego se inventaron la variedad Colombia y ésta trajo la broca.
Algo parecido sucedió con los cultivos de la deliciosa yuca chirosa, la cual ha sido sustituida por variedades, como la sietemesina, tan paluda que se requiere de un cuchillo bien afilado para partirla y a veces es tan dura que es necesario chuparla para sacarle el gusto. ¿Acaso no estamos viendo los daños provocados por la introducción del aguacate hass, muy bueno para exportación pero muy dañino para la conservación del medio ambiente? ¿Y ya se nos ha olvidado el grave daño que nos causan las coníferas?
Hace unos 40 años, la misión japonesa JICA estudió científicamente la cuenca del río Quindío, y entre otras recomendaciones, en su informe final dice que la producción de café aumenta mediante regadío, sobre todo en la parte plana del Depto. Pero ese estudio no ha sido tenido en cuenta ni por el ICA ni por la CRQ, lo tiraron a la basura. Nadie ha parado el cultivo de coníferas ni de las aguacateras hass, ni la minería ilegal usando mercurio, ni la tala de guaduales en varias áreas de protección, ni la ampliación de los potreros para ganadería extensiva; dejaron que la trucha acabara con el pez capitán y otras especies nativas de esta región. Además, la mitad del Quindío está concesionado a multinacionales mineras. Hace falta que los biólogos y químicos nos digan cuáles son los mejores árboles para absorber el CO2 y los cultivemos aquí.
Lo anterior es una muestra de ciencia parcializada, basada únicamente en la empiria y en el aumento de la producción, sin tener en cuenta todas las variables anexas, en especial la protección de los suelos y del medio ambiente. Otro motivo que justifica el decrecimiento.
