La falacia de la incidencia ciudadana

20 febrero 2018 10:24 pm

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Últimamente parece que el sistema se preocupa por la ciudadanía de a pie, trabaja por ella, sin embargo crea políticas redundantes y triviales para nuestras reales necesidades.

Es claro que durante los últimos años se vienen elaborando diferentes programas, proyectos, y políticas públicas en el país, que si bien buscan dar participación a los ciudadanos, pareciera ser esto un sofisma de distracción para nosotros seguir haciendo exactamente lo que ellos han venido haciendo durante tanto tiempo, prometiendo un cambio que llegará en los tiempos de nunca jamás.

Si bien sabemos que para el desarrollo del país se hace estrictamente necesaria nuestra participación en política, esto no se puede desdibujar en el entendido de hacerlo bajo los mismos criterios que se han establecido durante tanto tiempo en el sistema colombiano.

Nuestra historia está marcada por ambiciones personales, por falta de sentir social, por sectarismos, dejando de lado lo que debe ser el ejercicio social y político más allá de las jornadas electorales.

Es claro que como jóvenes muchos buscamos encajar en un mundo que a veces no comprendemos, por eso optamos por espacios que tal vez nos permitan desarrollar esas ideas que en nuestra mente se van formando con tanta fuerza y pasión. Pero en muchas ocasiones, en nuestro afán de cambiar el mundo, inconscientemente estamos preparando el camino para caer en el mismo juego de ellos, particular acontecimiento que para comprenderlo nos cuesta más de un tropiezo.

Es por eso que invito a los ciudadanos a despertar a tiempo, independiente de la situación en la que nos encontremos, los invito a saber cuándo es el momento indicado no para detener la marcha, sino para cambiar el camino, y darle un nuevo sentido a la unión social en pro de acciones concretas.

No podemos someter nuestro desarrollo como nación ante la esperanza estéril de las jornadas electorales, si bien la política es importante, las acciones concretas como sociedad son vitales para progresar en verdad.

Es momento de darnos cuenta que la supuesta incidencia ciudadana, como la propone actualmente el sistema, va encaminada a unos propósitos predispuestos al subdesarrollo y la marginalidad del pueblo ante las decisiones verdaderamente importantes.

“El retirarse no es huir, ni el esperar es cordura cuando el peligro sobrepuja a la esperanza.”  

Miguel de Cervantes

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