No solo expondré lo que pienso de ellos sino que me atreveré a dar el diagnóstico de lo que podría pasar este ansiado 27 de mayo.
Esta ha sido una campaña tan larga como fatigosa por tantos debates, encuestas y entrevistas; tal vez fue demasiado, no obstante, es más que suficiente para tener una idea de quiénes son los que se disputan la presidencia.
Humberto De la Calle: a mi parecer es el más experimentado de todos, moderado y dispuesto al diálogo y a su vez el menos violento de la contienda electoral. Es sensato, preciso en su discurso y contundente en sus respuestas. Coincido con los que señalan la mala suerte que tiene al estar arropado por uno de esos partidos desteñidos que guardan cierto poder pero que, llegado el momento, se venden al mejor postor. Es el gran responsable del proceso de paz con las Farc, por eso tiene admiradores y también detractores, como la derecha, por ejemplo.
¿A quién le conviene que gane?
A todo el país. O casi todo. Porque De la Calle tiene el país en la cabeza y de seguro sus políticas estarían encaminadas a favorecer al pueblo colombiano en general.
¿Quiénes votarán por De la Calle?
Los nostálgicos agradecidos por el proceso de paz con las Farc.
Los liberales leales a su partido.
Germán Vargas Lleras: la continuidad. El candidato del presidente Juan Manuel Santos no representa nada nuevo más allá de su evidente mal carácter y pésimo carisma. Es el típico político tradicional. El de los discursos largos y difusos. Es el hombre que tiene el poder de la maquinaria; por eso presionan contratistas, ofrecen comida o dinero en sus manifestaciones y cuenta con el apoyo silencioso de algunas instituciones del Estado.
¿A quién le conviene que gane?
A los corruptos; las oscuras alianzas de Vargas Lleras demuestran que, con tal de obtener el poder y mantenerlo, el todo vale es la respuesta. También sería un presidente de los más ricos de Colombia y de los que ostentan puestos de poder. Los políticos verían en él un cómplice más para sus intenciones ilícitas.
¿Quiénes votarán por Vargas Lleras?
Los leales al partido Cambio Radical.
Los que hoy están en puestos de poder.
El grueso de la maquinaria actual del país (incluyendo ciertos grupos corruptos)
Algunos miembros del partido de la U.
Sergio Fajardo: el políticamente correcto. El profesor y político representa otra forma de trabajar desde lo público. Es el más revolucionario en cuanto a las ideas para hacer política; lo demostró cuando fue alcalde de Medellín y gobernador de Antioquia. Es, sin embargo, impreciso y de débil talante; fórmula precisa para naufragar ante candidatos con mayor temple y más arrojo. Su evidente tendencia progresista le sirve para ganar adeptos entre los jóvenes. Y con su estilo políticamente correcto ha ganado simpatizantes de los que se hacen llamar de centro, esos que prefieren “no polarizar” o lo que yo llamaría “no tomar posiciones decididas por el temor a no quedar bien con todo el mundo”. Muy romántica la idea, pero, en un país como Colombia, la polarización más que inevitable es casi una obligación.
¿A quién le conviene que gane?
Al sector educativo. Sin duda alguna Fajardo sería un presidente comprometido con la educación. De igual forma las minorías tendrían un excelente aliado al tener un representante del progresismo.
¿Quiénes votarán por Fajardo?
Los leales al partido Verde, al Polo y los seguidores, mayoritariamente de Antioquia, del movimiento de Sergio Fajardo.
Jóvenes universitarios de clase media.
Maestros.
Comunidad Lgbti.
Gustavo Petro: revolucionario del pueblo. El exalcalde de Bogotá es todo un fenómeno político. Su carrera le permitió entender perfectamente cuál es el discurso que las clases menos favorecidas quieren escuchar, aunque no es solo discurso. Cuando fue alcalde de la capital del país demostró que no solo se quedaba en palabras sino que cumplía. Los beneficiados de esas políticas lo apoyarán nuevamente -Bogotá es su fortín político-; los que no se beneficiaron argumentan que destruyó Bogotá y que lo mismo haría con Colombia; cuestión de perspectiva. Tímido, sereno, pausado y vehemente cuando tiene que serlo es, de los cinco candidatos, el que más controversia genera. Sus propuestas son radicales y categóricas. Dice las cosas como son, detesta los eufemismos y habla de frente.
¿A quién le conviene que gane?
A las clases sociales más bajas. Los trabajadores de estratos 1 y 2 serían muy beneficiados con la llegada de Petro a la presidencia –anunció, por ejemplo, que derogaría la reforma laboral del expresidente Álvaro Uribe; eso significa que el día vuelve a ser hasta las 6 de la tarde, la semana laboral vuelve ser hasta el viernes, y la jornada diaria vuelve a ser de 8 horas-. Las minorías también tendrían en Petro un excelente aliado; su evidente corriente progresista serviría, desde el Estado, a los ambientalistas, la comunidad LGBTI, indígenas, y otros grupos más.
¿Quiénes votarán por Petro?
Sindicalistas.
Ambientalistas.
Estudiantes universitarios de estratos 1 y 2.
Campesinos.
Maestros.
Comunidad Lgbti.
Indígenas.
Minorías del partido liberal.
Bajas clases sociales
Ivan Duque: poca experiencia, con grande respaldo. Es el menos experimentado pero cuenta con el apoyo de la derecha en Colombia. Sacrificó sus ideales por llegar a la presidencia representando la ideología más conservadora del país. Tiene el apoyo de la gran mayoría de los cristianos y, por supuesto, de los católicos. Al lado de él están grandes políticos como Álvaro Uribe, Alejandro Ordóñez, Luis Alfredo Ramos, Andrés Pastrana, entre otros.
¿A quién le conviene que gane?
Básicamente a la derecha y a la extrema derecha. Además a aquellos que no estuvieron de acuerdo con el proceso de paz con las Farc y que ven la posibilidad de hacer modificaciones a lo pactado. Favorecería a la mayoría de las facciones de la fuerza pública. Sus políticas están encaminadas a beneficiar a los empresarios y a las clases sociales más altas. El uribismo, corriente política en cabeza del expresidente Álvaro Uribe, recuperaría el poder luego de la ruptura con el actual presidente Juan Manuel Santos. Muchos de los colombianos, pensando en una supuesta “venezolanización” de Colombia se inclinarán también alrededor de Duque.
¿Quiénes votarán por Duque?
Empresarios.
Católicos.
Cristianos.
Extrema derecha (incluyendo algunos grupos por fuera de la ley).
Fuerza pública.
Altas clases sociales.
El grueso del partido Conservador.
Siguiendo la lógica de los resultados del pasado 11 de marzo, Iván Duque, que sacó un poco más de cuatro millones de votos, pasaría a segunda vuelta; de la misma manera, Gustavo Petro, con casi tres millones de votos alcanzados en marzo, sería suficiente para que disputara con Duque la segunda vuelta en junio. Creo que las consultas fueron determinantes para medir la votación que tendrán los candidatos que participaron y ganaron.
Falta todavía varias semanas para saber quién será el próximo presidente de Colombia, aunque, sin duda alguna, veremos un cambio extremo en la manera en que el país ha sido gobernado en los últimos años.