El Decrecimiento propone básicamente supeditar

el mercado a la sociedad, sustituir la

competencia por la cooperación, acomodar la

economía a la economía de la naturaleza

y del sustento, para poder retomar el control de nuestras vidas.

Analizando el modelo económico del crecimiento y el desarrollismo que impera en nuestras sociedades, nos encontramos con un paisaje desolador: degradación de nuestros ecosistemas, pérdida de relaciones humanas y tejido social, monopolio de grandes corporaciones que dictan las normas de relacionarnos con nuestros cuerpos y con la producción de alimentos y bienes, un sistema financiero basado en la especulación; una crisis alimentaria basada, no en la escasez de alimentos, sino en la especulación con alimentos o con tierras, etc.

Si nos detenemos a pensar y analizar la sociedad que hemos creado y la cual alimentamos con nuestras acciones es seguro caer en la desesperanza total. El mundo se va al garete, no podemos hacer nada, no tenemos poder para hacer nada…este será seguramente nuestro pensamiento.

Cuando entremos en este espiral de desesperanza os aconsejo recordar el siguiente texto de Noam Chomsky: "Si asumes que no hay esperanza, garantizas que no habrá esperanza. Si asumes que hay un instinto hacia la libertad, que hay oportunidades para cambiar las cosas, entonces hay una posibilidad de que puedas contribuir a hacer un mundo mejor. Esa es tu alternativa" (Capitán Fantastic )

Este texto invoca nuestro instinto hacia la libertad, lo que interpreto como la oportunidad de pensar y actuar de forma diferente a lo que establece la sociedad de consumo. Crear propuestas sociales que se centren en la protección de la vida en todas sus dimensiones. Alternativas sociales que propongan nuevas éticas de relación social, ambiental y económica. Y si miramos un poco más detenidamente nuestro entorno, nos daremos cuenta que estas propuestas llenas de esperanza y liberadoras ya están entre nosotras y tienen un denominador común: el decrecimiento.

Es así como encontramos propuestas tales como:

Slow movement: propone ralentizar los ritmos, volver a lo esencial, a lo cercano, a lo pequeño, a lo local, al tiempo de calidad.

Transition towns: dar el paso a un mundo no dependiente del petróleo. Quienes están en este proceso han creado sistemas humanos más resilientes, más interconectados, con producción ecológica y local.

Entre pares (p2p: peer to peer en inglés): alternativa ante la perdida de soberanía en favor del monopolio económico. Propone una forma de relacionarse en red: finanzas, producción, compartir conocimientos, gobernanza, producción de alimentos descentralizada y su distribuir en redes de cercanía

Estos son solo tres ejemplos del movimiento por el decrecimiento que nos propone salir de la lógica del crecimiento del PIB basado en la competencia y la deuda para redistribuir la riqueza, relocalizar la producción, reducir la escala de distribución, repartir el trabajo (tanto de cuidados como el productivo), reducir la producción (sobre todo la de sectores altamente contaminantes y tan perjudiciales para la vida y las personas), incrementar la reparación y la reutilización de productos… en fin, vivir mejor con menos.