Deportes Quindío y Deportivo Pereira que jugaron la noche del martes 19 de septiembre una
nueva versión del clásico cafetero en el estadio Centenario, siguen en su lucha por regresar a la condición natural de equipos de primera división en Colombia.
A la distancia, desde Medellín, miré las imágenes televisivas de las hermosas tribunas del estadio Centenario, pero con muy pocos hinchas, menos de 2000 espectadores, algo que no refleja el interés por un clásico. A través de la cajita mágica también logré apreciar la efectividad del espigado goleador del Quindío Diber Cambindo oriundo de Guachené.
Llamó la atención el recurso del jugador en el primer gol frente al Pereira con su finta para eludir rivales y la forma como acomodó su cuerpo y el gesto técnico para el remate con pierna derecha
.
Golazo. Además el latigazo para asegurar el partido con el segundo tanto marcó su olfato goleador.
El técnico del Pereira Alberto Bulleri volvió a tener una salida desafortunada en el Jardín de América. Aún se recuerdan aquellos gestos obscenos del primer semestre al celebrar un gol de manera inapropiada, lo que le costó una larga sanción. Ahora hizo un pésimo planteamiento defensivo bien explotado por Alberto Suárez y sus dirigidos. Celebra y goza quien gana el clásico, y esta vez le tocó a la estóica parcialidad Cafetera.
Los autogoles
Pero dejemos tranquilos a los jugadores del Deportes Quindío y el Deportivo Pereira. Inclusive a los écnicos, recordando que Alberto Suárez fue orientador del equipo de la Perla del Otún en 1999.
Ellos pasan a ser los artistas en permanente rotación de un club a otro y quienes a través del tiempo construyeron una historia tanto en Pereira como en Armenia.
Estas ciudades vecinas han contado durante el trasegar futbolístico con buenos, regulares y malos dirigentes. Unos con vocación de servicio y otros con decisiones equivocadas e intereses mezquinos atentando contra la pasión de los hinchas. Esos si fueron auténticos autogoles en seis décadas de historia.
Esa es la razón evidente por la cual Matecanas y Cafeteros llevan dos descensos en el campeonato de la Dimayor, siendo protagonistas en el denominado túnel de la B. Y los dos equipos viven situaciones parecidas con visitas permanentes a los juzgados por parte de sus abogados.
En el caso del Pereira está en un proceso de liquidación y se tiene citada una audiencia para el día 3 de octubre de 2017 donde se definirá si se da el paso a la subasta, o se regresa al proceso de reorganización, como lo pretende un sector de los acreedores. Las deudas del equipo superan los 30 mil millones de pesos. Deportivo Pereira tiene el manejo de un gerente liquidador.
En el caso del Deportes Quindío viene atendiendo desde 2009 un proceso legal ante la Acción Popular que busca rescatar unos derechos como patrimonio y la moralidad pública. Cumplido el debido proceso, y después de muchos pronunciamientos de juzgados de Tribunal administrativo del Quindío, y del Consejo de Estado, se determinó que Deportes Quindío S.A. debe indemnizar al municipio con una cifra que está en proceso de ser anunciada. Los dirigentes futboleros de Armenia y Pereira cargan una vieja deuda frente a la afición. Estos sí son hinchas con aguante.
Nota: Agradezco a Miguel Ángel Rojas, director de El Quindiano, su invitación para tomar parte en este medio que emerge en defensa de los intereses de la región.