Aquel 28 de noviembre de 2016 el vuelo 2933 de Lamia era una fiesta por el sueño de gloria que perseguían los integrantes del modesto club Chapecoense. El pequeño equipo de Brasil llegaba a Colombia para disputar la final de la Copa Suramericana frente a Atlético Nacional el miércoles 30 de noviembre.

La tragedia de Chapecoense enlutó al Mundo. En el Cerro gordo del Municipio de La Unión, a solo 5 minutos de tocar pista, había terminado el sueño de aquel equipo catarinense que pocos días antes festejaba la clasificación frente a San Lorenzo con una atajada salvadora del arquero Danilo para dar el paso a su primera final Internacional.

Vivir para contarlo

Rafael Henzel fue el único sobreviviente de los 22 periodistas brasileños que venían en el vuelo chárter siniestrado, del que también se salvaron tres futbolistas y dos integrantes de la tripulación.

En su libro titulado “Vive como si estuviese de partida” el comunicador entrega su testimonio de vida señalando que fue un milagro estar contando la historia porque el asiento donde viajaba quedó separado del avión en medio de árboles. Henzel con 44 años de edad dice que volvió a nacer el 28 de noviembre y que por eso se considera brasileño y colombiano.

El gesto de Atlético Nacional de cederle al Chapecoense el título de la Copa Suramericana 2016 le permitió al equipo brasileño tener un agitado calendario internacional en 2017.

La final de la Recopa Suramericana fue parte de esa agenda. Y por fin pudieron enfrentarse. Chapecoense ganó 2 x 1 la contienda como local y Nacional goleó 4 x 1 en el juego definitivo en el Atanasio Girardot.

Estuve ahí y puedo señalar que de esa final se recuerdan el partido y los homenajes póstumos aquel 10 de mayo de 2017. Pero en el mes de noviembre, a solo dos días de la tragedia, vivimos una jornada emotiva en el Atanasio Girardot cuando no pudo rodar el balón pero sí las lágrimas tras la catarata palabras cargadas de dolor y agradecimiento del Canciller de Brasil José Serra, quien se conmovió al escuchar el himno de Chapecoense en las 40 mil gargantas de los hinchas verdolagas.

Rafael Henzel integró la delegación brasileña junto a los tres futbolistas sobrevivientes Jakson Follman, Alan Rushell y Helio Neto, todos ellos acompañados por sus esposas.

En varios diálogos sostenidos con Henzel nos ha comentado que junto a él en medio del frío, la oscuridad y la tragedia, estaban dos colegas muertos por el impacto con la caída del Avión. Por esa razón cada salida del sol vive como si fuera su primer día de vida y viaja por todo Brasil presentando su libro y dando testimonio de la esperanza.

Con ocasión de aquella final de la Recopa Suramericana el pasado mes de mayo abordamos a Sara, la esposa de Rafael Henzel, quien manifestó que cuando aterrizó la aeronave en el José María Córdoba su compañero suspiró y dijo…”Tan fácil aterrizar, tan fácil, como para haber evitado lo que pasó”; y la esposa de Jackson Follman transfirió la expresión del arquero sobreviviente señalando que… ”Él respiró profundo y dijo, por fin, por fin, aterrizamos”.

La Conmemoración

En el primer aniversario de la tragedia del vuelo 2933 de Lamia, en el Cerro Gordo donde murieron 71 personas, éste martes 28 de noviembre, Atlético Nacional hizo el homenaje póstumo a las víctimas del Chapecoense en el Municipio de La Unión.

Allí se descubrió una placa conmemorativa y se mostró la cápsula del tiempo enviada por el Chapecoense para que la gente envíe mensajes alusivos al hecho. Éste sábado en el juego que define el paso a la semifinal de la Liga Águila frente al Tolima, Atlético Nacional portará en su camiseta el escudo del Chapecoense.