Primeros en estancamiento.

9 diciembre 2017 2:43 am

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Los quindianos estamos atravesando tal vez el momento más crítico después del terremoto de 1999 pero en esta ocasión no le debemos la desbandada a un desastre natural ni nada parecido.

El mayor bache en desarrollo de los últimos 20 años se lo tenemos que abonar a las constantes disputas políticas y de poder que se han venido cebando en nuestra sociedad las cuales han generado disenso, atraso y una desventaja enorme comparado con otras regiones del país.

Quienes nos miran desde afuera tienen la percepción que somos una región en vía de desarrollo, en construcción y constante evolución.  Puede que tengan algo de razón, La pujanza de nuestras gentes, la belleza de nuestros paisajes, el maravilloso clima y la topografía de nuestro terruño  invita  nada más que pensar en positivo y sentirse agradado. Pero para quienes vivimos aquí no es un secreto que las pugnas de poder político y empresarial nos están acercando a la inviabilidad y el estancamiento.

Recuerdo por allá en el año 2006 retumbo por primera vez en medios nacionales que armenia ingresaba al nada honroso podio de desempleo y desocupación a nivel nacional en ese momento apenas terminaba la bonanza cafetera teníamos algunas fábricas y grandes empresas que no dejaban ver lo que se le venía encima a los quindianos. 

Los gobernantes de entonces aun preocupados por  la ejecución de los recursos de la reconstrucción la cual fue un importante pilar de avance en infraestructura y sostuvo más de 25.000 empleos directos durante casi una década se fue diluyendo de a poco se iban terminando los recursos y se daba cumplimiento a las metas del FOREC. El departamento poco a poco fue saliendo de la tragedia del desastre natural para ir entrando en la tragedia de las malas decisiones administrativas. Pasamos de ser un territorio geográficamente privilegiado y atractivo para la inversión externa, la creación de empresa y la generación de empleo a ser una región turística, de descanso y transito fugaz.

Esto no fue malo del todo porque de no ser por el turismo no tengo la más mínima idea que sería económicamente hablando de los municipios circunvecinos a armenia. Con las reformas administrativas que incrementaron los impuestos la empresa privada empezó la retirada.  Bavaria, alpina, la ensambladora de jeep etc… con esto se vino abajo de manera estrepitosa la calidad de vida y el poder adquisitivo de las familias, miles de nuevos desempleados empezaron a emprender ventas estacionarias y ambulantes, otros emigraron al exterior o simplemente se fueron a otras capitales.

Allí empezó la verdadera crisis que hoy en día ningún gobernante ha podido enfrentar con éxito.  Tenemos el vergonzante record de 11 años entre los primeros 3 lugares de desempleo y desocupación según el DANE, sobrepoblación de trabajadores informales ocupando el espacio público del centro y los alrededores de armenia en los últimos tiempos más controlados y reubicados estratégicamente por la administración municipal actual,  un poco más del 68% de la población en edad de trabajar sin oportunidades de hacerlo, otro 22% dependiendo de áreas como la construcción que se convirtió en la punta de lanza de nuestro desarrollo económico y laboral . 

Opciones de revertir la situación no se ven en un futuro cercano.  Personalmente hago un llamado a los empresarios nacionales, las fuerzas políticas en ejercicio de poder y las que  enfilan baterías para las próximas elecciones dar prioridad al mayor flagelo que lastima nuestra sociedad. No olviden aquel viejo adagio que reza:   “El trabajo dignifica el hombre”

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