Para nadie es un secreto el deplorable estado de nuestro sistema educativo; “ser pilo paga” no es la causa, el verdadero problema es sistémico lo que requiere para su trasformación, reformar desde su base el modelo educativo (básica, media y superior); pero esto nos lleva a un plano que los Colombianos suelen dejar a un lado y que por cierto es precisamente donde se toman este tipo de decisiones, hablamos del contexto Político que para no ir muy lejos está lleno de Clientelismo y Corrupción.
A las Universidades públicas les impusieron la llamada concurrencia que es básicamente el pago solidario entre el Gobierno y la Universidad de todos los gastos de funcionamiento; dentro de estos, uno de los rubros más costosos es el pasivo laboral que incluye la nómina de pensionados, donde el Gobierno Nacional le tiende una trampa a las Instituciones públicas de educación superior como la Nacional, ya que es el mismo Gobierno quien decide anualmente el aumento del salario en Colombia, pero a su vez es también quién decide el porcentaje de aumento del presupuesto para las Universidades; generalmente suele ir acorde al IPC mientras que los salarios suelen aumentar 3 o hasta 6 puntos porcentuales por encima. Esta diferencia resulta en un detrimento patrimonial para la Universidad pública, la cual ni puede decidir el presupuesto que le es entregado, ni puede decidir el aumento del salario de sus empleados pero en todo caso su debe hacerse cargo junto con el Gobierno de todos sus gastos; en otras palabras es una forma lenta de llevar poco a poco las Universidades públicas a la bancarrota.
Me contaba un buen amigo que en la entrada de una universidad en Sudafrica está el siguiente mensaje: "Para destruir una nación no se requiere de bombas atómicas o misiles de largo alcance. Solo se necesita bajar el nivel de educación…"
Reformar este sistema requiere de alcanzar dos características vitales, mayor cobertura y alta calidad. Países que decidieron llevar a fondo esta discusión han apostado por un trabajo solidario entre lo público y lo privado incluyendo las organizaciones sociales.; Una mayor cobertura no debe sacrificar la Calidad, para esto hay que reconocer que prestar el servicio de educación resulta bastante costoso, lo que en la práctica dejaría por fuera aquellas universidades privadas de “garaje” a menos que al aumentar los costos de matrículas encuentren el mercado necesario para ser competitivas frente a otras universidades privadas con trayectoria. De seguro la gran mayoría desaparecerían puesto que sus matrículas no pueden resultar tan costosas ya que su público pertenece principalmente a los estratos 1, 2 y 3. Esto representa una ventaja para el sector público.
No es por arbitrariedad que una carrera en un universidad privada de reconocimiento nacional e internacional este por encima de los 100 SMMLV, una cantidad exorbitante para la gran mayoría de la población a la cual sólo le quedan dos alternativas para educarse, ser admitido en una universidad pública o endeudarse con instituciones como el icetex para costear el sueño de ser profesional, pero que los hace menos competitivos en el mercado laboral ya que el dinero que probablemente utilizarían para montar sus consultorios u oficinas deberían ir para el pago de la deuda por ser profesional.
En definitiva el Estado a través de la Universidad Pública es el primer llamado a prestar este servicio con alta calidad, dentro de sus ventajas tal y como vimos en el artículo anterior está en que su finalidad no es económica sino académica, pudiendo cobrar matriculas proporcionadas a la capacidad adquisitiva de cada individuo, compensando el dinero faltante con las transferencias por impuestos de la Nación, lo anterior no va en desmedro de una mayor cobertura, al contrario las universidades públicas han hecho presencia en territorios tan alejados como San Andrés o el Amazonas permitiendo igualar las oportunidades sociales para todos los Colombianos, generando a su vez la movilidad social necesaria en el segundo país más desigual de Latinoamérica.
Es un deber dar esta discusión a fondo porque tal y como están las cosas, el futuro de cierto será cada vez más deplorable, no olvidemos que "El colapso de la educación es el colapso de la nación".