Resulta incomprensible y altamente dañino para la democracia la situación que está aconteciendo en Córdoba Quindío, una comunidad que ha cumplido con todos los requisitos legales exigidos para convocar a Consulta Popular con el fin de decidir si quieren o no Minería en su territorio; lo anterior dentro de un “Estado de Derecho” como el nuestro implica que ellos tienen el derecho de gozar en condiciones de igualdad de dichos derechos, aun así preocupantemente la realidad hoy es completamente diferente a tal punto que el Estado les niega la posibilidad de convocar la Consulta Popular supuestamente porque no hay dinero.
Los mecanismos de participación ciudadana no son simples enunciaciones ni regalos concedidos por benevolencia; dicho por la misma Constitución en su artículo 103, es la forma como el pueblo ejercita su soberanía, esa misma que le da sentido a la existencia del Estado, la misma que legitima la normas por las cuales hasta nos cobran los impuestos; esa misma por la cual nos unimos en torno a la Nacionalidad Colombiana máxime en un País con tal diversidad cultural como el nuestro.
Lo que está pasando con Córdoba sucede precisamente en un contexto nacional de posconflicto al que vale la pena recordar algunas de sus causas entre otras porque tienen plena relación con la participación ciudadana en la generación del conflicto armado en el que llevamos más de medio siglo. En la década de los 50's vivíamos en un contexto social de violencia principalmente partidista (liberales y conservadores) creada por una élite que en micrófonos salían diciendo frases homicidas como "a sangre y fuego con los liberales"; mientras en la cotidianeidad entre ellos literalmente se repartían el País; una de las mejores reparticiones fue la dada con el famoso “Pacto de Benidorm” también conocido como el “Frente Nacional”.
El Frente Nacional fue el pacto en el que liberales y conservadores con el fin de pacificar una sociedad que ellos mismo habían incitado a la violencia, deciden repartirse el poder del Estado gobernando cada uno 4 años alternados para un total de 4 periodos presidenciales, para algunos fue necesario y benéfico mientras que para otros, fue uno de los actos más sinvergüenzas y uno de los más dañinos que han tenido esas elites Colombianas que solo luchan el poder por el poder; lo cierto es que la fundación de la mayoría de las guerrillas en Colombia se hace precisamente bajo este periodo de la Historia Patria.
Valga la pena decir que en esa misma época existían otros partidos políticos, pero que gracias a esa alianza fueron excluidos de raíz de la democracia y con ello la consecuente oportunidad de tomar decisiones se redujo a cero; algunos de esos partidos eran la “ANAPO” y el “Partido Comunista” que por cierto en otros países han existido desde hace casi un siglo como sucede en Estados Unidos, donde el partido comunista fue fundado desde 1919 y a pesar de existir en uno de los Países más Capitalistas, no por ello le niegan o excluyen su posibilidad de participación en la Democracia.
Si en países como EEUU ofrecen tantas garantías en la participación democrática incluso a aquellos que piensan abiertamente un modelo de Estado diferente, no es porque tengan un corazón más grande, es simple; son conscientes que de no hacerlo; tarde o temprano esa situación generará violencia; si señores esa misma en la que como Colombianos llevamos más de medio siglo viviendo y que por el panorama podríamos decir que no tiende a mejorar; porque nuestra violencia no radica en los genes, radica en la composición social y la forma en que estructuramos el poder.
Córdoba es un municipio cordillerano productor de agua con poco más de 5000 habitantes, y con un censo electoral de alrededor 3000 ciudadanos; su riqueza no yace en el subsuelo; muy por el contrario esa riqueza se puede encontrar en el agua que brota y corre montaña abajo hasta llegar al valle de Maravelez, pero se encuentra amenazada por varios títulos mineros entregados por el Gobierno Central y que desconocen los intereses y soberanía del pueblos Cordobés; aun así ellos se han organizado, y de la mano de su Alcalde Guillermo Valencia han convocado a Consulta Popular la cual estaba prevista para el 03 de Diciembre del presente año, pero como si fuera un chiste ahora sacan la excusa de que no hay dinero para pagar esa consulta.
Tengamos en cuenta que la misma Alcaldía de Córdoba propuso pagar dicha consulta, pero aun así dicha proposición fue rechazada supuestamente porque no estaba en el marco legal de sus funciones; ante tanta negativa el Soberano y honorable pueblo Cordobés salió a marchar el 27 de noviembre de 2017 y a pesar de la lluvia la participación fue masiva y enfática en pedir de manera unánime que se proteja su territorio de la extracción minera; mientras tanto el Gobierno Central sigue guardando un silencio sospechoso de traición a la Patria, un silencio que parece cómplice a los intereses de esas multinacionales y no de aquellos que con sus votos refrendan el sistema de esos políticos que hoy cobran tremendos salarios muy por encima del promedio de un Colombiano de a pie.
Negarle a un pueblo como Córdoba su participación efectiva en la toma de decisiones que los aquejan, es cerrar la tapa de una olla pitadora en la que las consecuencias sin ser un profeta no serán las más benéficas; hay que apoyar a nuestros conciudadanos Cordobeses, porque su victoria en esta gesta también es nuestra y por su lucha también es nuestra lucha; para ser más claros, de que vale ser de X o Y partido, religión o ideología económica si no hay territorio, si no hay agua y muchos menos comida?. Si usted es Quindiano deje a un lado sus intereses personales y súmese a la exigencia de convocar a Consulta Popular para proteger lo que nos pertenece!!!