En medio de la emergencia por COVID-19 hay temas de los que no queremos hablar, bien sea por nuestro sistema de creencias o porque simplemente no estamos culturalmente abiertos a su abordaje. Sin embargo, hay que hablar de la muerte y de nuestra preparación para afrontar un evento de mortandad a gran escala como lo hemos visto en el mundo entero.
El terremoto de 1.999 ya nos mostró nuestra baja capacidad logística para lidiar con la gestión de los cadáveres en un hecho de desastre (en este caso la pandemia), siendo un protocolo que va desde la recolección, transporte, identificación, almacenamiento, asistencia a familiares y culminando con la disposición final por inhumación o cremación.
Nuestro clima tropical sumado a la ausencia de espacios adecuados para el almacenamiento de cadáveres, implica acelerar los procedimientos en caso de que se desborde la capacidad de nuestro sistema para esta gestión (entre 12 y 48 como máximo), que se integra básicamente por las instituciones de salud y los prestadores de servicios funerarios.
En el caso particular Covid-19, las condiciones de bioseguridad son extremas para las personas que directamente manipulan los cadáveres, igualmente todo lo que implique trámites legales deben estar basados en proformas ágiles, que no retarden los procesos pero que también sean fiables y seguros para los eventos posteriores a la emergencia.
El Ministerio de Salud ya emitió un documento básico previendo la situación, en el sentido de restringir desde ahora los rituales funerarios que impliquen aglomeración de personas, así mismo el manejo dentro de los estándares de un sistema en condiciones normales pero aun no prevé una situación en que se presente el colapso.
La gestión de los cadáveres algo en los que deben desde ahora trabajar nuestros mandatarios, porque no solo implica que deban haber recursos disponibles con planificación priorizada sino que la enseñanza de otros lugares del planeta nos indica que lo que es de por sí una mala situación, se perciba peor no anticiparla. Esperemos no tener que activar el protocolo que esta escenario amerita pero, es mejor tenerlo y no usarlo, que necesitarlo y no tenerlo contemplado.