Nuestra mentalidad como pueblo quindiano que proyecta un departamento próspero, estoy seguro que todavía puede mejorar mucho, es verdad que hemos pasado por catástrofes como el terremoto del 99, pero eso ya fue hace tiempo, hoy ya deberíamos haber superado con trabajo consistente gran parte de nuestras problemáticas.
Aunque, también es verdad que nuestra región al igual que el resto de Colombia, viven las consecuencias de la peor de las catástrofes que nos haya azotado, que es tema del momento y hoy bandera de muchas campañas políticas, la corrupción. La misma que es la principal responsable de tener a los quindianos, desde hace décadas, condenados al atraso.
Aun así, creo que podemos estar mejor. Cuento trillado el de los subsidios y las remesas que tienen con pereza a medio departamento apto para laborar, muy cierto, y ¿quién toma cartas en el asunto?.
Nadie va a poder impedir que los emigrantes quindianos que son alrededor de 100.000 y que están principalmente en España y Estados Unidos, sigan manteniendo a sus familias con el envío de remesas; ni que los subsidios que aceitan maquinarias políticas vayan a llegar a su fin.
Pero lo que sí se puede hacer desde la institucionalidad del departamento y municipio, es procurar que los quindianos, veamos la vida con esperanza, que se motive a la población a la superación personal, a proponerse metas, y así, darle mayor sentido a sus vidas. Que la gente se sienta capaz de vencer sus situaciones cotidianas, y que tome conciencia de la importancia de aprovechar las oportunidades laborales.
Tenemos que cambiarle el chip a la gente, a muchos quindianos que necesitan de los empleos ofrecidos, se les olvida que llevamos varios años ocupando los primeros lugares en desempleo en el país, cifra que oscila siempre entre un 14% y 18%.
Para que la queja de los empresarios que vienen a la región no siga siendo la baja calidad del trabajador por mala actitud e igual disposición laboral. Porque a los desempleados quindianos no les están sirviendo los horarios, como si el Quindío fuera la mata del empleo, quieren trabajar en horario y con sueldos de ejecutivos, sólo de lunes a viernes. Esa no es la realidad del mundo productivo, muchas empresas deben trabajar todos los días, incluyendo fines de semana para poder vivir, crecer y ser competitivos, claro está, todo dentro de los términos de ley.
Urge encontrar la manera de fortalecer la mentalidad quindiana, no olvidemos, además, que los altos índices de suicidio en el Quindío son alarmantes. Dadas las circunstancias, puede ser pertinente incrementar la educación en inteligencia emocional, más talleres de coach dirigidos a toda la población vulnerable y la ciudadanía en general.
Que el objetivo sea ayudarle a la gente a visualizar que los sueños personales y de ciudad pueden llegar a cumplirse, pero que está en manos de cada uno trabajar para lograrlo, no depende de ningún político de turno.
Por qué no, campañas visibles por toda la ciudad que tengan como objetivo, subir el ánimo de los quindianos, que mientras esperen el bus, o, mientras caminan por cielos abiertos, o, cualquier parte de la ciudad o departamento, puedan ver los mensajes motivantes, que generen buena vibra.
Valores como que los armenitas y los quindianos, somos valiosos, productivos, trabajadores y que vivimos en una ciudad bonita y limpia que sueña y trabaja junto con la gente; que estén a las vista de todos. Suena muy bonito, y del dicho al hecho hay mucho trecho, pero la cosa es empezando por ahí.
Si todos procuramos desde nuestra cotidianidad, una mejor actitud, entonces estamos dando el primer paso; porque el problema es ese, la mala actitud que todavía tiene muchos fans, que no deja progresar a Armenia y al Quindío, #SePuede, pero #EsConAcciones
Twitter @MoralexPablo
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