Educar para innovar y emprender

7 noviembre 2017 1:15 pm

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Aquí en Colombia, pareciera que la educación de baja calidad es un acuerdo pactado, el gobierno no se interesa por mejorarla como tiene que ser, y ni qué hablar de la cobertura. Actualmente la tasa de analfabetismo está en 6% aproximadamente, muy alta para este tiempo, pero es el resultado de la ausencia del interés de éste y todos los gobiernos anteriores por hacer que los colombianos seamos competitivos ante el mundo.

Tal vez nos quieren brutos y no necesitan que compitamos por nada, nuestros gobiernos han arrodillado al país entero a los intereses y políticas económicas de los gobiernos poderosos y multinacionales extranjeras, al extractivismo, la economía primaria, básica. Así mismo es la educación colombiana, básica.

El verdadero tesoro que tiene una nación, está representado en su gente, de ahí que si queremos una nación próspera y competitiva, es ese talento humano el que necesita ser motivado a la educación de calidad, a la innovación y a aprender a razonar la vida.

Pero contrario a lo esperado la educación pública cada vez es menos financiada por el gobierno, reduciendo a las universidades privadas, las posibilidades de estudio de la mayoría de los colombianos, es decir, estudio para casi nadie. Nos falta mucho para surgir como sociedad desarrollada por lo que depende de los cambios que se hagan en políticas educativas desde ya.

Quiero contar brevemente el caso de Finlandia, cuya educación es número uno en el mundo y que se encuentra entre los 5 países líderes en innovación, competitividad global y emprendimiento. Aunque es una sociedad con condiciones de vida y cultura muy diferente a la nuestra, sí pueden ser rescatables y aplicables parte de las tácticas que ellos implementaron a la estrategia de su excelente educación.

El gobierno finlandés decidió concentrar su objetivo en hacer que sus niños y jóvenes sean competitivos en el mercado internacional, se toman muy en serio la educación en innovación y emprendimiento.

Finlandia es un país cuyo PIB proviene principalmente de la búsqueda de nuevos conocimientos, mejora constante de destrezas y de productividad. El 3,5% de su producto interno bruto, lo gastan en investigación y desarrollo, solamente es superado por Suecia e Israel.

Pero en países como Colombia sucede lo contrario, en agosto pasado, el Gobierno de Santos anunció que para el 2018 habrá 41% de recorte del bajo presupuesto dedicado al sector de la ciencia, tecnología e innovación, así, ¿cuándo y cómo sacamos a Colombia adelante?

Para el colombiano promedio, es raro ver jóvenes adolescentes que no han terminado sus estudios y ya pueden generar sus propios empleos y bacantes laborales, alentados desde la misma academia ¿Se imaginan la maravilla?, eso pasa en Finlandia, allí sí es la academia la articuladora de progreso social.

El secreto de ese modelo educativo consiste en lograr que los niños y jóvenes puedan aprender a pensar el mundo, a divertirse y empoderarse de su proceso de aprendizaje y a encontrar su verdadera vocación de vida.

Es común encontrar allí a jóvenes más interesados por hacer lo que les gusta en la vida y hacer rentable esa vocación, antes que ganar plata solo por ganarla, son otros valores que han resultado de esta apuesta innovadora que los tiene catalogados como la mejor educación del mundo. Ojalá esto pasara en nuestro país donde cada vez es más popular la idea del dinero fácil entre muchos jóvenes alentada por esta superflua sociedad que nos tocó a todos.

Para terminar quiero resaltar que en educación según estos genios finlandeses, menos es más ya que el cerebro debe descansar cada tanto de tiempo, no es el número de horas sentado en un pupitre la causante del éxito de nadie, es la calidad con la que se emplea el tiempo. La educación colombiana todavía no se ha encaminado para suplir las exigencias del mercado mundial, pero estoy seguro que todavía #SePuede #EsConAcciones

 

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