El famoso postconflicto se convirtió en una terrible fragmentación del territorio nacional en cuatro repúblicas más, totalmente independientes entre sí.
Las nuevas repúblicas independientes como la región del Pacífico con Cauca y Nariño, la región del Catatumbo con 11 municipios, la región de Urabá y el abandonado Chocó, son los nuevos Estados dentro de lo que se llamaba Colombia.
El famoso robo de la consulta por el Si o el No, que engendró una profunda división entre los colombianos, se está materializando aún más grave, con las 4 estados independientes que se han formado actualmente y que los aspirantes a la presidencia tiene que estar confundidos porque realmente no saben a cuál de los cinco estados independientes, van a gobernar los próximos cuatro años.
En estos Estados no hay Dios ni Ley. La delincuencia organizada, la guerrilla, el narcotráfico, la extorsión, el secuestro, el crimen barrial, las violaciones y el reclutamiento de menores, la violencia intrafamiliar, el robo, el saqueo, la voladura de oleoductos y torres de conducción eléctrica, tienen totalmente cruzados de brazos a quienes deberían imponer el orden, la seguridad y la tranquilidad.
En el Estado del sur, concretamente Nariño, no han podido con 300 babosos que están haciendo lo que les da la gana con las autoridades, secuestrando, matando y dándole órdenes a todo el mundo y en idénticas circunstancias, en los 11 municipios que conforman el Estado independiente del Catatumbo, los terroristas de la guerrilla, ordenan paros armados y lo que quieran hacer y los pobres campesinos huyendo despavoridos a buscar refugio en donde puedan, porque no hay autoridad capaz de solucionarles los horribles momentos que viven continuamente.
Desafortunadamente esto les quedó demasiado grande y esa profunda división geográfica va a ser muy difícil de restablecer, ya que la inversión social en esas áreas es mínima por no ser decir que ninguna, en donde no hay vías, y la infraestructura en los demás órdenes es precaria, y lo más grave y vergonzoso es que sus pobladores, han conocido los últimos cinco presidentes de la difunta Colombia, pero por televisión. Queda faltando un nuevo Estado, que sería el de Putumayo, que con el majestuoso robo de las billonarias donaciones que le hicieron a la reconstrucción de Mocoa, el pueblo no aguanta más mentiras y corrupción.
