Las dietas extremas nos permiten obtener resultados rápidos en cuanto a perdida de peso, ya que estos cambios físicos se empieza a percibir a los pocos días de iniciarla, sin embargo, la perdida de peso puede estar asociada a la disminución de masa muscular, de líquidos o grasa y esto sucede porque la mayoría de dietas tienen un desequilibrio, porque en ellas se limita y se restringe excesivamente el consumo de ciertos alimentos, lo cual genera una carga y/o déficit de unos nutrientes en el organismo.
Es cierto que las dietas nos ayudan a perder peso en poco tiempo y hay unas que son bastante efectivas; pero también es cierto que hay muchas de estas que son peligrosas porque causan alteraciones importantes que descompensan nuestro organismo y su funcionamiento normal. Es importante recordar que los efectos que estas dietas pueden producir en nuestro organismo varían y dependen de nuestra edad, nivel de actividad física, nuestro metabolismo y nuestro estado de salud en general.
Hay dietas bajas o altas en proteínas, bajas en carbohidratos, sin grasas, sin gluten y existen un número indefinido de estas. En el caso de las dietas bajas en proteínas, pueden producir una pérdida de masa muscular, perdida de energía, déficit en el sistema inmune, pérdida de cabello y problemas cardiovasculares, ya que las proteínas son esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo y las encargadas de la formación de musculo, cabello y piel.
Por otro lado, una de las dietas más comunes son bajas en carbohidratos y altas en proteína, pero es importante saber que los carbohidratos son fundamentales para tener un nivel óptimo de energía y para el funcionamiento cerebral. Cuando se suprimen los carbohidratos y se promueve el consumo excesivo de alimentos híper-proteicos se pueden producir daños renales, pérdida ósea, aumento de triglicéridos y colesterol.
Una de las dietas que se ha impuesto como moda en los últimos tiempos por el auge que ha tenido la tendencia del fitness es consumir alimentos sin gluten. Los alimentos libres de gluten son principalmente para celiacos, es decir personas que tienen alergia a una proteína (gluten) que contiene el trigo y otros cereales. Hay varios enfoques para realizar una dieta sin gluten de forma segura, pero cuando se realiza sin ninguna supervisión profesional podemos correr el riesgo de alterar nuestro ecosistema bacteriano y la capacidad para procesarlo se puede ver afectada causando problemas digestivos a futuro. Así que si no hay un problema real con el gluten, este no se debería eliminar por completo ya que el organismo esta en la capacidad de procesarlo correctamente.
Una dieta eficaz debe ser, un plan de alimentación guiado por un profesional el cual incluya todos los grupos de alimentos para brindarle al organismo todo lo que requiere para su buen funcionamiento, sin generar deficiencias ni desequilibrios. Además debe construirse para cada persona, teniendo en cuenta sus hábitos alimenticios; recordemos que no se trata de hacer cambios repentinos y extremos porque estos generan mas ansiedad y es muy difícil hacerlos a largo plazo, además en su mayoría generan efecto rebote, es decir que una vez finalizada la dieta, se recupera con mucha facilidad el peso perdido y hasta se ganan kilos de más, por eso se debe buscar un plan que permita generar cambios progresivos de los hábitos alimenticios para que estos perduren en el tiempo.
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