La piel es el órgano más extenso del cuerpo y éste es el fiel reflejo de nuestro estilo de vida y de la alimentación que llevamos. La alimentación es fundamental para tener una piel sana, ya que cuando faltan proteínas, vitaminas y nutrientes, ésta no tiene la capacidad de regenerarse y formarse como es debido, causando resequedad y envejecimiento prematuro.
En la adultez y vejez, la piel nos puede favorecer haciéndonos ver más jóvenes o por el contrario poniéndonos unos años de más, pero para lograr lo primero, debemos ser conscientes de la importancia de su cuidado y adoptar hábitos que nos permitan tener una piel más sana, ya que permanentemente estamos expuestos a la contaminación, el sol, alimentos procesados; los cuales causan daños en la piel.
A continuación, encontrarás unos consejos que pueden ser de gran utilidad para que empieces a cuidar tu piel o complementes tu rutina.
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Consume más agua: La piel esta compuesta en un 30% por agua, el consumo de agua es fundamental para mantener su elasticidad e hidratación, además el agua favorece la eliminación de toxinas.
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Estilo de vida equilibrado: El buen descanso, la actividad física, un nivel bajo de estrés y una vida libre de alcohol, tabaco y drogas, permiten tener una piel más radiante y una vida más feliz. El ejercicio promueve la circulación y la eliminación de toxinas y dormir bien permite que las células se regeneren mas rápido.
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Protector solar: El uso del bloqueador es indispensable para proteger la piel del sol, el cual produce manchas, quemaduras, irritación y en casos extremos cáncer. Se debe aplicar todos los días sin falta y es importante utilizar un bloqueador que tenga factor de protección alto (mínimo 50FPS).
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Frutas y Verduras: Los alimentos naturales tienen los nutrientes, vitaminas y minerales necesarios para mantener el organismo hidratado. Sin embargo, hay alimentos que por su alto contenido en algunas vitaminas ayudan a mejorar el aspecto de la piel.
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Alimentos ricos en vitamina A: La vitamina A previene el daño de las células y los tejidos, manteniendo la piel más sana, tersa y radiante. Se encuentra en la zanahoria, espinaca y sobretodo en frutas y verduras de color amarillo, naranja y rojo.
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Alimentos ricos en Vitamina C: La vitamina C ayuda a nutrir la piel manteniendo los tejidos sanos, promueve la producción de colágeno y previene los puntos negros. Se encuentra en los cítricos, fresas, brócoli, manzanas.
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Alimentos ricos en vitamina E: La vitamina E combate la perdida de colágeno y ayuda a mantener la piel hidratada, aumenta su fortaleza y elasticidad. Se encuentra en los huevos, almendras, nueces, salmón, aguacate.
¡Recuerda! Todas las pieles son diferentes y éstas se clasifican según sus características, en algunos casos es necesario recurrir a un dermatólogo especialista, pero los consejos dados anteriormente son útiles para todos sin importar el tipo de piel.
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